El yogurt es una de las tantas formas en las que podemos consumir la leche. Gracias al proceso de fermentación se producen las bacterias que ayudan a proteger nuestro organismo; estas bacterias reciben el nombre de probióticos.
2 formas de preparar yogurt casero:
Primera Opción:
Ingredientes:
- Medio litro de leche(lo ideal es usar leche entera, pero también puedes usar otros tipos de leche)
- Media taza de yogurt ya preparado (debes asegurarte de que tenga cultivos activos de bacterias saludables)
Paso a paso:
- Lo primero que debes hacer es poner la leche a hervir, poniéndola a fuego medio o medio – alto. Deja que la leche hierva hasta su punto de ebullición, pero ten mucho cuidado con que no se desborde al momento de llegar a este punto. Con el calor, las estructuras de las proteínas presentes en la leche se modifican.
- Deja enfriar la leche después de retirarla del fuego pero revuélvela con frecuencia para evitar que se formen natas. Si esto pasa, retíralas cuidadosamente con una cuchara.
- Mezcla el yogurt con la leche que ya se ha dejado enfriar y siempre revuelve hasta que la textura sea homogénea.
- Deja reposar durante la noche la mezcla del yogurt y la leche para que las sustancias presentes en ambos líquidos puedan mezclarse de la forma adecuada. Necesitas dejarlo reposar por lo menos durante 4 horas mientras adquiere la textura que se desea.
Segunda opción
Ingredientes:
- Un litro de leche de cualquier tipo, aunque si eliges la que es pasteurizada en mayor concentración, puedes omitir el paso inicial porque este tipo de leche ya ha sido calentada antes de ser empacada.
- Media taza de yogurt sin grasa (este elemento es opcional)
- Una cucharada de azúcar blanca para alimentar las bacterias (probióticos)
- Una pizca de sal
- Dos cucharadas de yogurt con cultivos activos
Paso a paso:
- Para realizar esta preparación de yogurt debes tener dos recipientes de diferentes tamaños para crear un heridor doble, esto evitará que la leche se derrame al llegar a su punto de ebullición. Pon a hervir la leche y revuelve ocasionalmente. Si no consigues los dos recipientes, deberás estar pendiente todo el tiempo de que la leche no se queme; lo ideal es que la temperatura a la que eleves el líquido sea de 85°C.
- Deja reducir a la mitad la temperatura de la leche. SI quieres, puedes hacerlo poniendo la olla de la leche en un recipiente con agua fría; debes revolver constantemente para evitar que se formen capas de nata en la superficie de la leche. Si la dejas enfriar con temperatura ambiente, debes revolver un par de veces, pero si la pones en el refrigerador, deberás hacerlo constantemente.
- Como para la elaboración de yogurt se necesita la presencia de bacterias, puedes obtenerlas con un poco de yogurt ya preparado. Es importante que te asegures que el yogurt que utilices tenga cultivos activos; luego, pon a hervir un poco el yogurt que utilizarás para proveer las bacterias a tu nueva preparación.
- Añade un poco de leche en polvo sin grasa si así lo prefieres. Esto mejorará notablemente las propiedades nutricionales del yogurt que estás preparando y además te ayudará a darle una textura mucho más espesa a tu preparación.
- Después de haber hervido la fuente de bacterias para tu yogurt, añade un dos cucharadas a la leche hervida (también puedes usar bacterias que vienen en forma deshidratada y congelada). Para mezclar ambos ingredientes, puedes usar una licuadora; así las bacterias quedarán distribuidas de forma homogénea.
- Para que los cultivos de probióticos crezcan de la forma adecuada, es importante que pongas tu preparación en recipientes limpios y que los cubras con una tapa o con papel plástico de cocina.
- Mantén el yogurt a una temperatura de aproximadamente 35°C para que las bacterias se puedan reproducir y aportar todos los beneficios esperados al organismo. El tiempo aproximado de incubación de las bacterias es de aproximadamente 7 horas. Entre más tiempo dejes proliferar las bacterias, más espeso será e yogurt.
- Si no quieres que tu yogurt sea muy espeso, puedes poner un pedacito de tela sobre el colador y empezar a pasar el yogurt sobre él para que únicamente la parte más líquida del yogurt quede en un recipiente.
- Finalmente, cuando hayas obtenido la textura que deseabas, es importante que refrigeres tu yogurt antes de consumirlo, por lo menos durante un par de horas. Posteriormente, si quieres preparar otro yogurt, puedes utilizar éste como fuente de cultivos activos, pero para hacerlo debes conservarlo por lo menos durante una semana.
- Si lo prefieres, puedes agregar saborizantes o añadir frutas, miel, helados o cualquier otra cosa con la que quieras mezclar el yogurt que has preparado.
Consejos:
- Es muy recomendable que consumas una mayor cantidad de yogurt casero que de yogurt ya preparado. El yogurt casero contiene muchos menos azúcares, saborizantes y conservantes que los que normalmente se comercializan. Procura que la leche que uses sea baja en grasa y en azúcar.
- Si quieres un yogurt más espeso, debes dejar que las bacterias tengan más tiempo para reproducirse. Los cultivos activos son los que le dan la textura a los yogurts; si por el contrario quieres una bebida más líquida, procura que la incubación de las bacterias dure poco tiempo.
- Controla muy bien las temperaturas que te indicamos en la preparación de yogurt. De esto depende que no se alteren las propiedades deseadas en el yogurt que vamos a preparar.
- Cuando te encuentres en proceso de dejar que las bacterias se reproduzcan, no interrumpas en el proceso y evite a toda costa revolver; si lo haces puedes arruinar los cultivos.
- Puedes también hervir la leche usando el microondas, así podrás controlar más fácilmente la temperatura en este paso del proceso de preparación.
- Si usas los dobles recipientes para hervir la leche, podrás tener mejor control del punto de ebullición y además el fuego no rozará directamente la leche alterando sus propiedades.
- Si vas a elegir algún sabor, procura hacerlo utilizando frutas frescas; así tendrás un producto completamente natural y saludable.
- Usa el yogurt que preparas como yogurt de cultivo en próximas ocasiones.