Si tienes como mascota un perro deberías aprender a inyectar a un perro, porque una inyección intramuscular es común que la necesite.
Tu perro puede necesitar vitaminas inyectables o cualquier antibiótico y si tú sabes hacerlo correctamente no necesitarás recurrir a un veterinario o incluso una simple vacuna también puedes inyectarla tú mismo.
Cómo inyectar a un perro
Inyectar a un perro no es difícil si sigues estos pasos:
1. Prepara el líquido y la jeringa
– Ya tienes contigo la jeringa desechable con el líquido para inyectar.
– Toma con una mano la botella con el líquido, sosteniéndola boca abajo.
– Introduce la jeringa en el frasco que estás sosteniendo para extraer el líquido.
– Extrae lo que necesitas, tal vez lo necesites completamente o solo un poco. Verifica a medida que lo extraes.
– Manteen la aguja hacia arriba sin que toque absolutamente ningún objeto.
– Asegúrate de expulsar todo el aire de la jeringa presionando despacio y siempre hacia arriba.
2. Localiza la zona para inyectar
– Si no puedes hacerlo tú sólo pide ayuda para sostener al perro y puedas localizar el músculo grueso.
– Este músculo se encuentra en la parte trasera de los muslos, no en los costados.
– Asegúrate d haber palpado una zona carnosa de la parte posterior del perro.
3. Inyecta al perro
– Una vez que localizaste el músculo grueso introduce la aguja en la zona de atrás del muslo asegurándote de haberla introducida lejos de los ligamentos y los huesos.
– Retira el émbolo: Si ves sangre en la jeringa, deberás buscar otra zona para aplicar la inyección, por lo tanto vuelve a intentarlo desde el principio desechando esa aguja y el líquido.
– Una ves que encontraste el lugar correcto inyecta el contenido de la jeringa y luego extrae la aguja.
Esta es la manera de inyectar a un perro en el caso de que necesite una inyección intramuscular, pero tu perro también puede necesitar una inyección subcutánea que también debes aprender como hacerlo en casa:
1. Prepara tus manos
– Lava tus manos con agua y jabón para desinfectarlas mientras manipules la jeringa con la aguja y el medicamento y controla haber introducido el medicamento en la jeringa.
– Quita la tapa de la aguja sin tocarla.
2. Prepara la zona de la inyección en el perro
– Limpia la zona donde estás por inyectar a tu perro con alcohol o con yodo. Hazlo embebiendo un algodón o un hisopo y de forma circular desde el lugar exacto donde vas a inyectar hacia fuera par retirar las bacterias y luego deja que se queque.
– Mantén la aguja en una mano.
– Toma un pliegue de piel y apriétala llevándola hacia arriba con el dedo pulgar de una mano y el índice de la otra.
– Mira la parte superior del pliegue y en ese mismo lugar inserta la aguja (de forma recta como si estuvieses formando un ángulo de 90º. Hazlo de forma rápida sin dudar y sin deslizarla despacio,
– Suelta el pliegue y estabiliza la jeringa en la base bien cerca de la piel.
– Con la mamo que aplicaste la inyección empuja el émbolo despacio.
– Toma una gasa y colócala en el lugar donde acabas de inyectar a tu perro. Sostenla unos segundos sin preocuparte si ves un poco de sangre porque pudiste romper algún vaso sanguíneo pero no lo afectará.
Este método no difiere en cuanto a inyectar a una persona cuando se trata de una inyección subcutánea. La única diferencia es que en el caso del perro lo inyectarás en el cuello por detrás del omóplato.