Los seres humanos tendemos a comportarnos de forma regulada, según distintas normas que se han convenido social y culturalmente.
Las normas sociales y morales van de la mano porque son reglas que debemos seguir para interactuar con las demás personas.
También son el punto de partida para la configuración de otras normas, como las jurídicas.
A continuación, revisaremos a detalle todo lo que hace que una norma moral sea tal.
¿Qué son las normas morales?
Las normas morales se pueden definir como aquellos patrones de conducta o comportamiento adecuados que se deben tener en sociedad.
Estos modelos pudieran variar ligeramente de una comunidad a otra, pues muchas de ellas se interrelacionan con normas sociales y creencias religiosas distintas que moldean la forma de comportarse de las personas.
Las normas morales que adoptemos, en cualquier caso, mostrarán lo que somos como individuos y como seres sociales que aspiran convivir en paz y armonía.
Más aún, también muestran la esencia que nos identifica como seres humanos: saber qué está bien y qué está mal, y actuar de acuerdo con estas concepciones sobre el bien o el mal.
¿Para qué sirven las normas morales?
Las normas morales (y cualquier otra norma inserta en distintos ámbitos de la vida humana) tienen como finalidad regular la conducta del hombre en el plano social.
Cuando hablamos de su utilidad, nos referimos a que permiten que las personas sepan cómo comportarse de modo que no se interrumpa la armonía de la comunidad.
Las normas morales posibilitan que los individuos se comporten de una forma adecuada, en función de las circunstancias que demande la situación concreta de interacción.
Características
Las reglas vinculadas con la moral y las buenas costumbres pueden variar de una sociedad a otra, pero, en general, existen normas estándares aplicables y que se practican en la mayoría de las sociedades de este mundo para mantener la armónica convivencia entre los ciudadanos.
1.- En esencia se basan en conceptos como la equidad, el respeto y la justicia.
2.- Parten de los valores éticos presentes en cada sociedad.
3.- No se encuentran escritas. Cada individuo las asume al fijar modelos de comportamientos propios de la sociedad en la que se desenvuelve.
4.- Son autónomas; es decir, no tienen una sanción formal y efectiva. Su incumplimiento solo deja en el hombre sentimientos de culpa o remordimiento.
5.- Surgen de los hábitos y costumbres que se van consolidando en una sociedad a través del tiempo.
6.- Son parte natural de toda persona, como una especie de derecho que todos tenemos al nacer.
7.- Son practicadas por convicción y no por obligación.
8.- Dependen de la conciencia de cada persona; estar claros en lo que está bien o mal ante los otros.
9.- Hay muchas que derivan de creencias religiosas.
Tipos
Normas morales convencionales
En todo su proceso evolutivo, por su necesidad innata de estar relacionado con los otros, el hombre ha venido aplicando modelos de conducta que se han convertido en comportamientos sociales convenidos y adecuados a las situaciones de interacción.
Estas normas son las que derivan de dichas convenciones sociales, y se remontan al momento mismo en el que las culturas comenzaron a establecer qué estaba bien y qué estaba mal.
Como el sistema lingüístico y el simbólico, las normas morales en general son convenciones entre los integrantes de una sociedad determinada.
Por ejemplo, es una norma moral socialmente convenida el hecho de respetar al prójimo en todo momento.
Normas morales jurídicas
Estas son normas morales cuyo incumplimiento acarrea una sanción legal.
Algunas de las normas morales convenidas socialmente tienen un carácter intrínseco jurídico, cuando su violación requiere de una penalización, más allá de la reprimenda social o el cargo de conciencia en la persona.
Un ejemplo de esto es cuando se nos indica que no debemos robar. Si lo llegamos a hacer y quedamos en evidencia, este es un delito penado por la ley, cuya sanción puede ir desde lo civil, hasta lo penal (meses o incluso años en prisión) dependiendo de la magnitud del robo y sus circunstancias.
¿Cómo se aplican?
De forma natural, las normas morales se van aplicando en cada sociedad, de acuerdo con sus propias particularidades internas.
Aun cuando sepamos que su ausencia práctica o su evidente violación no provoca una sanción penal (en la mayoría de los casos), sí tienen una reprimenda social.
Las sanciones que impone la sociedad pueden tener más o menos efectos, pues la moralidad va más allá de modelos de conducta manifiestos; tienen que ver con la constitución interna de cada ser. Y es esto lo que lo induce a tener cargos de conciencia cuando no actúa de forma adecuada.
El primer escenario donde tenemos contacto con las normas morales es en el ámbito familiar.
Son nuestros padres, abuelos o tíos los pioneros en instarnos a seguir patrones de comportamiento morales y que nos harán buenas personas cuando crezcamos.
Una vez que ingresamos en la escuela, este es el segundo escenario donde aprenderemos nuevas normas, y además demostraremos que conocemos y aplicamos reglas de carácter moral (las aprendidas en casa) y que somos capaces de interactuar adecuadamente con los otros.
De aquí en adelante, tendremos conexión con otros escenarios de los que podemos sacar aprendizaje moral o que pueden poner a prueba cuán consolidadas están en nosotros las normas morales.
Es decir, podríamos interactuar en grupos con comportamientos moralmente visibles y esto reforzaría nuestra formación.
Por el contrario, también podríamos conectar con grupos con manifiestas conductas inmorales y será nuestro deber repudiarlas, sancionarlas y desvincularnos de ellos.
¿Cuáles son las normas morales de la familia?
Desde que nacemos y vamos creciendo, nuestros padres nos van inculcando con su comportamiento modelos de conductas a seguir.
Lo habitual es que estos patrones de acción se correspondan con un sistema de valores ético-morales congruentes con la sociedad en la que se vive, de acuerdo con sus costumbres y cultura en general.
Frecuentemente, escuchamos decir en el seno familiar la palabra “respeto”, porque es el pilar fundamental sobre el que se sostienen las normas morales.
El respeto y la justicia son valores que garantizan la armonía, desde la célula fundamental de la sociedad, que es la familia, hasta las grandes potencias mundiales.
Además de reglas que tienen que ver directamente con los valores, en el seno familiar también se establecen otros principios como el hecho de no decir mentiras y ser generosos.
En la familia también empezamos a consolidar nuestro sistema de valores y creencias que van a perfilar paulatinamente el tipo de personas que seremos para la sociedad donde habitamos.
Estos valores y creencias van a moldear, sin duda, las normas morales que regirán nuestros comportamientos y nos obligarán a sancionar a otros.
25 Ejemplos de Normas Morales
Ejemplos de normas morales convencionales
1.- Respetar al prójimo.
Es una norma en casi todo el mundo (por aquello de que los conceptos son “relativos”) y se ha convenido socialmente este trato con los demás.
2.- Evitar arrojar basura a la calle.
Esta es una norma convenida, pero que en algunas sociedades puede tener una sanción jurídica.
3.- Tener trato preferencial con los adultos mayores, mujeres embarazadas, niños y personas con discapacidad.
Esto se conviene socialmente, puesto que son personas con diversas limitaciones y cierto grado de indefensión.
4.- Cumplir las promesas realizadas o acuerdos de palabra.
Los compromisos verbales tienen una carga de moralidad incuestionable. Se conviene que estos deben ser respetados. Su incumplimiento puede generar sanciones de índole social.
5.- Respetar las distintas creencias religiosas, así como sus símbolos, templos y ritos.
En toda sociedad se ha estipulado el deber de ser respetuoso y tolerante con las creencias ajenas.
6.- Debemos ser aseados y estar limpios en todo momento.
Es una convención social la higiene personal que todo individuo debe tener.
7.- Ser tolerante ante las diversas ideologías o forma de pensamiento en los otros.
Si somos intolerantes, podemos incurrir en agresiones verbales y hasta físicas que conducen a reproches sociales y legales, si fuese el caso.
8.- No mentir.
Socialmente se conviene no decir lo que no es y no ser deshonestos, ya que es una conducta reprochable y detestable.
9.- Obtener los cargos en el lugar de trabajo por mérito propio y no por la intercesión de terceros.
Hay que evitar el uso de influencias para ocupar puestos inmejorables en las empresas, organizaciones o entidades.
10.- Apoyar en todo momento a las personas que lo necesiten.
Es un deber moral ayudar al prójimo y más aún cuando se encuentre en una situación difícil.
11.- Colaborar siempre con los padres, sobre todo en la senectud.
Cuando nuestros progenitores ya están viejos es el momento de mostrarles un apoyo genuino. Es una suerte de deuda moral contraída, pues ellos nos dedicaron su tiempo cuando éramos más desvalidos.
12.- Ser discretos con las buenas obras realizadas.
No hay que tomar provecho de las acciones de caridad hechas para obtener algún beneficio, pues se supone que actuamos con bondad por convicción y no por interés.
13.- No buscar el bien propio vulnerando los intereses de los demás.
Debemos evitar conseguir beneficios particulares, si esto afecta en mayor o menor medida a terceros.
14.- Ser fiel en las relaciones de pareja.
Es un deber moral que la fidelidad sea uno de los pilares fundamentales que sostenga cualquier relación amorosa.
15.- Procurar el desarrollo saludable, tanto físico como psicológico, de los hijos.
Los padres deben garantizar que sus hijos crezcan de forma sana, en un ambiente donde no sea alterado o perturbado su estado psicológico.
16.- Practicar comportamientos íntegros e intachables.
Ninguna acción que perjudique nuestro bienestar y el de otros es adecuada en una sociedad que promueve la sana convivencia.
17.- Usar siempre vestimenta adecuada con las circunstancias.
Hay contextos de interacción que exigen vestirse de determinada forma por respeto o por simple sentido común.
Por ejemplo, ser educador implica que la vestimenta usada no debe rayar en el exhibicionismo.
Ejemplos de normas morales jurídicas
18.- Rehusarse a ser partícipes en actos que atenten contra otros seres vivos (humanos o animales).
Si estas acciones implican violencia, maltrato o agresión, se generan penalizaciones que van desde trabajo comunitario hasta ir a prisión.
19.- Evitar daños al ecosistema.
La tala y la quema indiscriminada de árboles es objeto de sanciones legales para quien comete este acto atroz contra la naturaleza.
20.-Tener conciencia ética en el uso del dinero.
El hecho de utilizar el dinero propio o ajeno para transacciones ilícitas conlleva a sanciones jurídicas y penales.
21.- No robar o hurtar.
El incumplimiento de esta norma moral acarrea una sanción desde el punto de vista penal.
22.- No difamar.
Cuando las opiniones (sin fundamento) que emitimos dañan la imagen de una persona, podemos ser sancionados legalmente.
23.- No ingerir sustancias tóxicas que alteren nuestro cuerpo y hagan perder su control, como alcohol y drogas.
La posesión de sustancias ilícitas o las conductas agresivas derivadas de su consumo pueden acarrear penalizaciones legales.
24.- No tener encuentros sexuales con terceras personas en contra de su voluntad.
Cualquier acto que viole la libertad sexual de otro (y sea comprobado) puede generar sanciones penales.
25.- No tomar provecho de beneficios otorgados a individuos que poseen características, discapacidades o circunstancias distintas de las que nosotros no padecemos.
Por ejemplo, hacer creer que poseemos una discapacidad motora para obtener algún beneficio o subsidio gubernamental. Si esta realidad se comprueba, podemos ser fácilmente penados legalmente.
Importancia
Es fundamental que en toda sociedad se practiquen normas en pro de la armonía y la sana convivencia.
Las reglas de naturaleza moral vienen condicionadas por modelos de comportamientos instaurados a lo largo del tiempo y que se consolidan gracias a la constitución interna de cada ser.
El hombre ya viene con una serie de actitudes intrínsecas que son potenciadas por el entorno en el que se desenvuelve.
Si acostumbramos desde pequeños a nuestros niños a comportarse de la forma más adecuada y justa, probablemente no tengamos que recurrir a reprimendas infantiles y muy difícilmente tendremos adolescentes o jóvenes con conductas ilícitas.
Las normas morales son el cimiento para que en cada sociedad tengamos individuos con comportamientos similares, regulados por una serie de convenciones sociales que garantizan las relaciones armónicas y pacíficas entre cada uno de sus miembros.
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Ver También:
- 50 Ejemplos de Normas Sociales, Morales, Jurídicas y Religiosas
- Ejemplos de moral
- Ejemplos de normas jurídicas