Tanto la escultura como la arquitectura tradicional de la cultura mesoamericana, son todavía motivo de admiración por las propiedades únicas que conseguían a partir de sus construcciones.
Tal era la calidad de dichas elaboraciones que las ciudades de las principales tribus mesoamericanas (como las Mayas o las Aztecas) fueron consideradas a la par de las antiguas grandes civilizaciones, una vez que fueron descubiertas por los españoles.
Pero para comprender todavía más allá la importancia de sus construcciones, es preciso repasar los antecedentes históricos de estas civilizaciones mesoamericanas.
¿Cuáles son las propiedades de algunos materiales que utilizaban las culturas mesoamericanas en arquitectura?
Para conseguir edificaciones sólidas, resistentes al tiempo y la erosión del viento, las tribus mesoamericanas debían utilizar rocas, generalmente de origen volcánico, entre las cuales destacan:
El Tezontle
Se trata de un tipo de roca volcánica abundante en México, específicamente en las sierras orientales y occidentales.
A diferencia de otros minerales, el tezontle posee una textura esponjosa y un peso ligero, pero que resulta sumamente resistente.
Puede someterse a altas temperaturas y conservar el calor por más tiempo que otros materiales, al igual que se destaca su capacidad impermeable.
Este material podía ser combinado con arena y agua para generar una mezcla de frisado, con la cual se elaboraron gran cantidad de monumentos y palacios en Mesoamérica.
La Piedra Caliza
Se trata de un mineral compuesto en su mayoría por calcio. Poseía cualidades aprovechables para la elaboración de sólidos bloques de construcción.
La piedra caliza, además de resistente, era bastante flexible al ser expuesta a altas temperaturas, por lo que las tribus podían elaborar grandes construcciones con mayor facilidad, a pesar de la ausencia de herramientas más especializadas.
Una vez extraída del calor, este material debía extenderse a la forma necesaria pues se endurecía en cuestión de segundos.
Además, al ser molida, la piedra caliza constituía una mezcla fundamental para el concreto y la argamasa, con que se unían las piezas finales de las construcciones.
La Cal
Tratándose de un compuesto de óxido de calcio, la cal se posicionaba como uno de los materiales fundamentales para las grandes edificaciones mesoamericanas (en especial en las tribus mayas).
Gracias a su resistencia contra elementos de la naturaleza (aire, agua, calor) y su abundancia, la cal era utilizada como estuco para la elaboración de adornos en edificios.
La Obsidiana
Se trata de otra roca de origen volcánico, encontrada en una variedad de colores que van desde el negro y el gris, hasta el dorado, incluso arcoíris prismáticos difuminados.
Este material no poseía la resistencia de otros minerales, asemejándose más al vidrio que a la roca, pero sus colores llamativos eran aprovechados para decorar sitios sagrados para las diferentes tribus (como templos, santuarios, etc.).
En Escultura
Uno de los principales rasgos identificados de las tribus mesoamericanas, reconocidas hoy por la sociedad moderna en museos, recae en su habilidad para formar esculturas de culto a sus dioses o seres mitológicos.
Para la elaboración de dichas esculturas, se destacan materiales como:
La Piedra Caliza
Debido a las características ya antes mencionadas, relacionadas a la flexibilidad y resistencia de este mineral, la piedra caliza era el principal elemento para formar los bajorrelieves de las esculturas.
También eran utilizadas en esculturas tridimensionales, como adornos de tumbas o figuras religiosas, por su facilidad para adherirse a las superficies sólidas.
El Jade
Además de ser considerada como una de las piedras más preciosas para decorar las esculturas, las propiedades resistentes del jade le permitían perdurar en el tiempo sin deteriorarse.
Por tanto y a pesar de no encontrarse en abundancia como otros minerales, era utilizado como pieza para decorar ciertos detalles en las esculturas de culto religioso.
La Madera
Debido a su fácil producción y su altísima resistencia, la madera era uno de los principales elementos para formar el esqueleto de las esculturas en Mesoamérica.
También era utilizada para formar los dinteles de las esculturas, así como los marcos de las aberturas en aquellas obras donde fueran necesarias.
En Alfarería
También en esculturas más modestas, las tribus mesoamericanas destacaban con construcciones de alta calidad y estética, cuyos materiales (en la mayoría de los casos) perduraron hasta la actualidad sin sufrir grandes daños.
Entre los materiales empleados, destacan principalmente dos:
La Arcilla
Se trata de un tipo de roca sedimentaria, la cual al entrar en contacto con el agua adquiere una textura lodosa que la hace extremadamente moldeable y con la que se podía diseñar cualquier forma deseada.
Una vez seca, la arcilla se endurece pero pierde gran resistencia, haciéndola bastante quebradiza ante los golpes. Sin embargo, si una vez seca, es cocida a altas temperaturas y se torna mucho más dura.
Este material era el principal elemento utilizado para la creación de vasijas, jarrones, ollas, cántaros y cualquier otra herramienta de decoración o uso dentro del hogar.
El Adobe
Puede considerarse como una especie de compuesto para la construcción, elaborado a partir de arcilla y arena. Con el adobe se podían realizar las mismas herramientas de alfarería, solo que con una resistencia mucho mayor.
Podía ser además utilizado como base de transporte para elementos pesados, así como material para formar ladrillos en construcciones más complejas.
En Tejidos
A pesar de lo que popularmente se cree, las tribus mesoamericanas aprendieron a confeccionar su propia vestimenta para protegerse del frío, la lluvia y el sol. Sus atuendos se elaboraban básicamente a partir de dos materiales:
El Algodón
Al ser un material tan ligero y cómodo para cargar puesto, las principales tribus de Mesoamérica aprendieron a confeccionar la tela de algodón para crear sus atuendos.
Este material podía ser sometido a técnicas como el anillado, entrelazado y el anulado, sin rasgarse o perder sus principales atributos.
Así mismo, el algodón era usado para la creación de paños, bolsas y otras herramientas destinadas a la recolección de alimentos.
Las Pieles
Ya que poseía una textura mucho más resistente que el algodón, los tejidos a base de piel de animal eran empleados principalmente para elaborar capas que protegiesen durante el frío y también para amarrar lanzas hechas a mano.
La mayoría de los taparrabos eran también amarrados a partir de tiras de cuero crudo, los cuales fueron adornados y confeccionados con otras piezas (plumas o dientes de animales).
A partir del aprovechamiento de todas las propiedades antes mencionadas, en sus diferentes materiales y para sus distintos propósitos, la cultura mesoamericana pudo establecerse y prosperar durante miles de años.
Breve Reseña Histórica
Previo a la colonización española en el siglo XVI, las civilizaciones mesoamericanas estaban conformadas principalmente por tribus tales como los Aztecas, los Olmecas, los Mayas, los Zapotecas y muchos otros más.
El establecimiento de dichas civilizaciones posee registros de tiempos ancestrales, alrededor de los 7000 años antes de Cristo, apenas después de la Edad de Hielo.
A partir de la fertilidad del terreno, estas civilizaciones pudieron prosperar en agricultura y ganadería, lo que les permitió poco a poco asentarse y formar un imperio escondido.
Ya para los años 2300 antes de Cristo, estas tribus habían desarrollado su propia cultura, que en artes abarcaba la pintura, la escultura, la alfarería, la costura, entre otros.
Para las diferentes expresiones artísticas, se aprovechaban de las buenas propiedades obtenidas a partir de materiales como la piedra caliza, la cal, el jade, el tezontle, etc.
A continuación te presentaré las propiedades obtenidas a partir de los distintos materiales, en cada una de las prácticas culturales en Mesoamérica.
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