Ejemplos de cartas de amor para mi novia

Cartas de amor para mi novia, frases que puedes dedicar a la mujer que amas. Sabemos que ya has escrito antes y que te gusta identificarte realmente con aquello que le dedicas. Ahora lee, Cartas de amor para mi novia, una compilación de las palabras más bellas, recopiladas de hombres enamorados como  Beethoven.

Cartas de amor para mi novia inspiradas en Bethoveen

 

Cartas de amor para mi novia | Ejemplos de
Cartas de amor para mi novia

Para el caso de Bethoveen, luego de su muerte y tras una larga búsqueda, se encontraron en un gabinete los valores bancarios, el testamento y la carta de amor de Bethoveen dirigida a su “Amada Inmortal”. La carta consta de 10 páginas escritas a lápiz con tachones y reescrituras que más tarde, Anton Shindler, incluiría en la tercera edición de la biografía de Bethoveen. Estas cartas fueron traducidas en primera instancia por Virginia Behars directamente del alemán. Las cartas a la “Amada Inmortal” poco revelan sobre la personalidad, nombre, año,  referencias o más datos sobre la destinataria de tan hermosa dedicatoria.

Si quieres leer las cartas originales de Bethoveen, puedes encontrarlas como “Carta para la Amada Inmortal de Bethoveen”. El día de hoy nos dedicaremos a crear originales cartas de amor para mi novia inspiradas en las bellas palabras del compositor, pues si creías que el amor es capaz de trazar las letras más bellas, imagina lo que un genio y prodigio de la música enamorado podría ser capaz de crear. Si bien las cartas originales son bellísimas, también demuestran que los todos humanos sin importar nuestro grado de intelecto, la edad, la época, la nacionalidad…, tenemos los mismos sentimientos. Las anécdotas casuales, los amores desenfrenados, los días buenos y los días malos. Que disfruten de estas cartas de amor para mi novia inspiradas en las letras de Bethoveen.

Cartas de amor para mi novia inspiradas en la Carta para la Amada Inmortal de Bethoveen

Mi hermosa ángel, te siento tan cerca de mí que hablar de ti es como hablarme a mi mismo. Te dedicaré unas pocas palabras hoy en este trozo de papel que te pertenece. Sabes bien que nuestro amor puede ser, sin la necesidad de este doloroso centro; no hay necesidad de que seamos siempre del otro, con ser, con existir me basta para saber que podemos, sin invitar al sacrificio. Contempla a la perfecta madre naturaleza, esa naturaleza de las cosas, deja que le hable a tu espíritu sobre la verdad que vive en ti. El amor lo da todo, con o sin razón, se da entero del modo en que yo me doy contigo; te gusta jugar y decirme que no te amo lo suficiente, entonces tengo que mantener mi corazón vivo por los dos, por lo nuestro. Pero si tan sólo fueras yo por un segundo, entenderías que un corazón no vive si no está acompañado de otro igual, que si yo no te amara, como tú pretendes creerlo, yo simplemente no seguiría vivo, pues ¿qué caso tendría ser un hombre vivo acorazonado, sin una  unión digna de esos latidos?… y seguro estoy que durante esos segundos en los que tú fueres yo, no podrías seguir viva del dolor que te causas, que me causas, que nos hacemos.

Ahora en nuestros caminos lejanos, sé que nos encontraremos pronto, aún no sé si decirte tanto de lo que anhelo para ambos, pues no quiero que creas que decido por los dos solo; en estos días alejados, he escrito tanto como mis pensamientos me han dictado, a veces hablando de ti, de tu hermosura, de lo magnánima que eres; otras veces hablando de la naturaleza, sus sinfines de milagros o de las satisfacciones que me deja cada vez que regreso a ésta. Pero a pesar de todo, me ha faltado mucho por escribir, ya que cuando mi mente quiere hablar de ti es insaciable, únicamente he recuperado sus ambiciones más arraigadas, como la del deseo de tenerte. También es frecuente, mi amada, que en sueños llegues, te postras ante el dulcísimo ámbar del sueño, te filtras sin que te espere, pero aun así te recibo pues me encanta que vengas a pasar un rato entre las angosturas de esos universos etéreos. A veces caminamos por el prado, o navegamos un rato en la balsa; otras te quedas en mi cama a compartir la noche, y cuando despierto (que casi siempre intento no hacerlo) sostengo de ti tu aroma, que deja huella en mi cabeza, en mi aura y en mi cuerpo. Mi corazón está lleno de ti, adorada mía, representas lo único que se ha mantenido fiel, auténtico y divino en este mundano experimento que llamamos vida.

Estrella mía, continúa tu amor por este amado tuyo  | Ejemplos de
Estrella mía, continúa tu amor por este amado tuyo

Yo sé que tú también has sufrido, no sé en cuántas ocasiones han profanado tu corazón sin dejar bajo el mínimo respeto la integridad tan luminosa de tu alma, pero entiende algo belleza mía, yo te veo tal y como eres y así te amo. Para mí tú no tienes pasado alguno que no sea aquel que decidas narrar ante mí. Tu silencio o cualquier etapa que de mis ojos o mis oídos tú prefieras callar, yo en silencio las permuto, pues no me interesa nada más que tu felicidad, vida de mi vida. He sido un tonto – ahora lo entiendo- por pedirte que seas mi amada, cuando en todos los términos y leyendo estas líneas comprendo, que soy yo el que te suplica ser amado por ti, ser amado tuyo, y en tus brazos dejar que recaiga mi amor, mi sed, mi esperanza, mi sueño…

Desde lo más profundo de mi ser y con la intensión más luminosa de mi alma puedo casi asegurar que aquello que hacemos llamar Dios; más como un poderoso campo de energía que repite infinitamente nuestros pensamientos, o como un sostén magnético que nos da color y sostén hacia la vida; que si resultasen ser en vez uno varios los Dioses – ¡y qué razón tendrían los griegos!-, esos sabios que todo lo ven, que todo lo saben. Si tan sólo bajaran ante ti para comparar lo perfecto en tu belleza, el universo en tus ojos, la verdad de tu boca, el elixir de la vida en tu vientre, el más grande de los placeres en tu cuerpo, el aroma más sublime de tu pelo; mi amada, esos Dioses ya mismo te llevarían con ellos, pues no es posible tanta divinidad en la tierra, entre tanta inmundicia. Somos chispa divina mi amada, te podrás reflejar en mis ojos, verás en ellos lo mucho que tan incansablemente te adoro, pero insistes en esconderte, ahora creo, que de ti misma y la grandeza que me provocas por amarte. Qué sino, es firmeza recargar nuestro amor en el cielo y en la tierra. Mirad cómo otros lo han dispuesto a ellos mismos, o las pertenencias, pero nosotros no hermosura, nosotros no. Nos amamos diferente y por eso lo sentimos más, porque lo nuestro va unido con la vida que del cielo se dispone por esas fuerzas más grandes que nosotros o que tú y yo juntos.  Mi preciosa amada de rostro amable, ahí yaces, esperándome, mientras estas líneas son hechas. Que así fuere siempre el destino: tú aguardando mi llegada mientras yo en trazos temblorosos te describo mi alma. Para claro, reunirnos en nuestros aposentos, beber de las frutas de tu huerto y comer en los espacios muertos. Quiero que sepas belleza eterna, que he decidido vejar todas las combinaciones de vida en las que tú no aparezcas, antes nonato que venir a un mundo en el que no te encuentres, donde no existan tus brazos, ¡que miserable sería!, ¿Qué sentido tendría? Ahí donde estés tú está mi hogar, mi casa. Ahí donde resuene tu risa melodiosa se abraza mi espíritu; pero mira preciosa, cómo es que lo aclamo aún con reservas, pues he visto con mis propios ojos, cómo aquello a lo que uno más ama, le es arrebatado también por el cielo, y en un segundo ya no se posee nada. Daría lo mismo arrancarse un brazo, los oídos, el corazón o el cuello. Que no se enteren pues los Dioses amor de mi vida que te amo tanto, para que pueda seguir viviendo.  Corazón de mi pecho, he de concluir mis palabras, me acerco más al momento de nuestro encuentro, ten calma, contempla el horizonte para anticipar mi llegada, vigila con tu corazón lo hermoso de nuestra existencia, siempre podemos.

Mi preciosa amada de rostro amable | Ejemplos de
Mi preciosa amada de rostro amable

Estrella mía, continúa tu amor por este amado tuyo hasta la muerte, o más allá de eso. Besa a este fiel corazón tuyo, siempre te ha pertenecido, como el amor que te profeso, nuestro amor, es lo único que será siempre nuestro.

 

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