Con estos mensajes de amor para mi novia, podrás dedicar los versos que nacen en tu corazón pero que no sabe expresar tu boca. Invítala a un picnic y deja uno en su emparedado, puedes regar algunos de estos mensajes de amor para mi novia en su oficina, en el carro en la almohada de su cama, siempre para recordarle cuánto la amas, y cuánto deseas que permanezca a tu lado. No dudes en adaptarlos y modificarlos a tu gusto, deben ser personales, tuyos, que te sientas identificado.
Cómo hacer mensajes de amor para mi novia
- Para hacer tus propios mensajes de amor, comienza por tomar una hoja de papel y una pluma, la inspiración es más precisa cuando se escribe a mano que si se escribe en una computadora, deja que la creatividad fluya y no intentes controlar tus sentimientos.
- Toma una parte de su cuerpo que te atraiga mucho por ejemplo sus ojos, y describe qué sientes cuando los miras.
- Habla de algún recuerdo hermoso que hayan formado juntos.
- Habla de tus sueños para su futuro juntos, como viajar, mudarse a un piso.
- Dile lo importante que es en tu vida y porqué.
- Cuéntale cómo y porqué ha cambiado tu vida desde que están juntos.
- Escribe un verso o una canción sobre todo lo anterior.
Ejemplos de Mensajes de amor para mi novia
Amo abrazarte pues en unos cuantos segundos puedo describir el universo, mi pecho contra tu pecho ayuda a mi corazón aprender de tus palpitaciones, serenas, alegres, melodiosas, con tanta vida; en mis manos sostengo tu espalda, la sujeto con fuerza porque es la manera en que tu cuerpo me dice que el momento presente es lo único que tenemos para alargar este amor tan puro. Mi olfato se embriaga del olor de tu cabello, siempre libre, destellando rayos de sol y verano, puro como el filamento de la flor más preciosa; y cuello, engarzado a tu cabeza que se deja reposar y entregarse a unos cuantos segundos. Cuando te abrazo novia mía, sostengo el universo, y este dura un parpadeo.
Esas manos deben ser mi vía al cielo, ellas me inspiran en su trabajo y su desvelo. Las observo, calladas y modestas, sin adornos más que su propia existencia, y no debería faltar nada más hermosa criatura, tus manos desnudas son más bellas.
Tu boca corazón de mi pecho, ella me lleva al éxtasis, nunca antes pude entender al hombre más enamorado, o al más perdido, al más loco ni al más enajenado, que al hombre en el espejo que se regocija de tus labios. Ellos pronuncian palabras de despecho, pero segregan el néctar más adictivo, que el dolor y la pasión pueden perdonar si me embriago en ellos. Componen armonías de amor y ternura, risas explosivas, consuelos; es tu boca, esa de los dientes imperfectos, que se recuerda a sí misma su belleza, que se saborea a sí misma, que me convida un poco de ella con la mía, en el espacio en el que juegan nuestras lenguas, tienes mi vida en tu aliento, me fascina tu boca.
Cada maestro digno del pincel comenzó con la silueta de la mujer, y tu novia querida, tienes la esencia de una musa, trazas en prefectura las siluetas preferidas de los solitarios y los bohemios; no debes hacer nada, sólo moverte, caminar, sentarte, girar y ser tú misma, tu alma posee la gracia de una bailarina, la soltura de una gacela, la ligereza de un ave en pleno vuelo, y esa hermosura que sólo a ti te pertenece.
Sé que lo que siento por ti es amor desde que perdí la cordura.
Mi alma sólo podía mirarse a sí misma, ahora mira también tu alma y sé que la reconoce. A veces ya no sé distinguir si es la tuya que me habla o la mía que se ha mudado a tu cuerpo. Tu y yo nos hemos intercambiado las almas, los huesos, el sabor de la boca, el aliento, los pensamientos, los sueños, las vidas; yo soy tú, tú eres yo.
La mañana más bella es aquella donde estás. Abrir mis ojos para verte es el único desayuno que necesito para nutrirme de tu belleza infinita. Mírate, no necesitas nada, la madre naturaleza te lo ha dado todo: ojos en tu cara, alma en tus ojos, fuego en tu alma, corazón en el fuego, un amor en el corazón, fe en el amor, y un hombre de fe que te ama.
Quisiera verte todos los días para el almuerzo, sé que mi emparedado y tu ensalada se preguntan por el otro siempre.
¿Has notado qué pasa cuando nos tomamos de la mano? Esta es la manera en que mi cuerpo le dice a tu vida que se quede a mi lado, que nuestras venas y nuestra sangre puede comunicarse, que somos un lazo, que tenemos un camino, y que andaremos juntos hacia adelante.
Cuando estoy lejos de ti el tiempo emerge lentamente y me tortura con sus letargos, pero cuando estoy contigo se burla de mí y se apresura, corre, se adelanta.
Cuando se está enamorado el día es más cálido, la noche más azul, las estrellas cantan en el cielo azul.
Mi novia eres tú y eso nada lo cambia, eres la ternura inocente que me hace querer levantar por la mañana y soñar por las noches. Cada día ansío verte, descubrir quién eres, amarte más y más, sin medida ni premura. Serás mi novia para toda la vida y eso, nada ni nadie lo cambiará.
Del otro lado del camino también estamos nosotros, contemplando el pasado que es nuestro es nuestro presente. Esa pareja sabia observa nuestros aciertos, observan nuestros errores y se ríen de ello. Esa pareja sabia al final del camino nos observa, somos nosotros mismos.
Te amo y por eso te tengo en libertad. No cuestiono tus actos o tus decisiones, no sospecho de tu alegría ni tus distanciamientos, tomo tu vida como viene; respetando tu alma auténtica e individual. Yo tan sólo venero las ocasiones que me compartes tu persona, las veces que podemos ser compañía.
Tú y yo tenemos algo más que química. Somos elementos volátiles y explosivos una vez que hemos sido mezclados.
Hagamos de esta noche contar cada minuto, mañana no sabemos.
Te estudio porque eres mi campo de acción, la incógnita y el conocimiento. Nunca antes me sentí tan interesado, ni tan atraído hacia un misterio más bello que el veo cuando estoy contigo.
Las mejores visitas que me haces son aquellas donde no esperaba encontrarte, y esto puede ser, en la noche cuando dominas el sueño, en el día cuando algo me recuerda a ti (que es casi todo), en la tarde cuando sé que no estoy contigo, algunas horas luego cuando sé que ya voy a verte, y cuando al fin palpo tu tacto, que me tranquiliza saber que es verdad que existes.
Tu preciosura es de otra época, a ella le debemos las piezas maestras de la música, las pinceladas inmaculadas del romanticismo, los poemas de los prolíficos, las enseñanzas de los verdaderos amantes, que se han perdido en el tiempo.
Tú despiertas mis más básicos instintos, pero también la más elevada expresión de la consciencia.
Aplaudo en momento en que nuestras vidas se cruzaron. ¿Te habré dejado pasar antes de largo? ¿Acaso fui tan ciego antes para no notarlo? Alabo el segundo en que nuestras miradas se acariciaron, ahí inició la vida, ese fue mi génesis.
Aclaro que mis intenciones son cristalinas, tan cristalina como un diamante pulido y perfeccionado para ofrecerte el amor más alto que mereces.
Tú eres una Diosa con alegría, una mujer completa, un ser fuerte, de brillante inteligencia y decisiones loables, con sentimientos hermosos y bondad absoluta, eres una dama, una luchadora, una guerrera, mi inspiración diaria, la figura más admirable, eres hermosa.