Textos Persuasivos: Qué Son, Características, Clasificación y 10 Ejemplos

¿Qué son los textos persuasivos?

Los textos persuasivos son los que comúnmente conocemos como textos argumentativos.

Como su nombre lo indica, son escritos que se basan en la argumentación para organizar el discurso.

La finalidad de este tipo de textos es convencer o persuadir a los receptores sobre la realidad plasmada en ellos.

Muchos autores también consideran que estos textos incitan a actuar de determinadas formas. Allí radica su intrínseca naturaleza persuasiva.

Diferencias entre convencer y persuadir

Pues no. Cuando convencemos, le hacemos ver al otro que lo que decimos es verdadero y tiene justificación.

Cuando persuadimos, logramos no solo convencer de pensamiento sobre nuestra opinión verdadera, sino que hacemos que el otro actúe o se comporte como deseamos.

La persuasión es un proceso que involucra un cambio de pensamiento y un cambio de comportamiento, de actitudes, de conductas.

En nuestra vida cotidiana nos la pasamos tratando de convencer y persuadir a los demás sobre nuestros puntos de vista.

Desde nuestros padres, tratando de que nos den permiso para ir a una fiesta, hasta nuestros profesores para que nos den la oportunidad de presentar, con más tiempo, alguna evaluación.

En el ámbito personal, académico y social abundan este tipo de escritos, porque existe en el ser humano una actitud natural por argumentar todo lo que piensa, cree y quiere.

Los seres humanos nos caracterizamos por razonar todo y, en ese afán por hacerlo, constantemente creemos estar en lo correcto.

Es nuestra actitud natural siempre creer tener la razón: la argumentación es el recurso que nos conduce al convencimiento y la persuasión.

Características de los textos persuasivos

Los textos persuasivos presentan rasgos de forma (externos) y de fondo (internos) que posibilitan su identificación y diferenciación de otros textos.

Externas:

Presentación

Los textos persuasivos ajustan su presentación según su naturaleza.

Unos los mostraremos divididos en títulos, subtítulos y párrafos; como los artículos, ensayos, editoriales.

Otros los configuraremos en una combinación de texto e imágenes (incluso solo imágenes), como es el caso de la publicidad, la propaganda y la caricatura.

Organización textual:

Esquema deductivo:

Exponemos la tesis desde el inicio y luego, mediante la presentación de pruebas y argumentos, llegamos a una conclusión para validar nuestra opinión.

Si sigues este tipo de esquema, la tesis u opinión aparecerá desde el principio del texto y la seguirán todos los argumentos que comprueban su validez.

Esquema inductivo:

Presentamos hechos concretos y tras un análisis y razonamiento, llegamos a una idea general.

Si sigues este tipo de esquema, debes saber que la disposición del texto te debe conducir a que la tesis u opinión tuya la expongas al final de tu escrito.

Rasgos paralingüísticos:

Uso títulos y subtítulos llamativos

Uso de frases célebres reflexivas vinculadas con el tema. Lo que conocemos como epígrafes.

Internas:

Contenido

Son textos generalmente breves.

La ambigüedad, en algunas ocasiones, suele estar presente. A veces exponemos ideas cuyas interpretaciones no queremos que sean únicas.

Léxico

Hay que precisar el léxico a utilizar, ajustarlo a nuestros posibles lectores. Si queremos convencer de algo a un niño, debemos usar palabras acordes con su edad.

El vocabulario es muy importante para que logres empatía con tus receptores y no se sientan ajenos con lo que leen.

No es lo mismo que quieras convencer o persuadir a tu maestro sobre algo, a que quieras hacer lo mismo con tu hermana, un primo o un amigo.

Nuestra competencia comunicativa nos hace adecuarnos a las diversas situaciones y esto es muy importante cuando deseamos producir textos persuasivos.

Modo discursivo

Predomina la argumentación. Cuando argumentas, expones razones que defienden una opinión o postura particular.

Son textos sumamente subjetivos. Predomina la visión personal que tenemos de un tema o un asunto.

Organizamos nuestras ideas en premisas y conclusiones; es decir, en supuestos que vamos a analizar con el objetivo de deducir nueva información.

Puedes adoptar alguna de estas tres posturas: positiva, negativa o ecléctica.

En la postura positiva, como argumentador debes aportar pruebas que apoyen tu tesis.

En la postura negativa, como argumentador ofreces pruebas que rechazan argumentos contrarios a tu propio punto de vista.

Cuando tu postura es negativa, debes refutar los argumentos que se oponen a tu idea central.

Cuando asumes una postura ecléctica en tu argumentación, aceptas razones de otras personas, pero también aportas tus propios argumentos.

Lo ecléctico tiene que ver con la mezcla de varias cosas; en este caso, es una combinación de ideas: propias y ajenas que validan tu idea central.

Marcas discursivas

Usamos enlaces textuales (llamados también conectores o marcadores discursivos) para conectar palabras, oraciones y párrafos.

Los más usuales en la argumentación son los de causa, consecuencia, contraste, condicionales, cronológicos, reformulación…

  • De causa: porque, a causa de, debido a que, pues, puesto que, ya que…
  • Reformulación: es decir, en otras palabras, dicho de otro modo, esto es, o sea…
  • De contraste: ahora bien, sin embargo, pero, no obstante, sino, en cambio, de lo contrario, a pesar de que…
  • Condicionales: a meno que, en caso de que, con la condición de que, siempre que, con tal de que, si…
  • Cronológicos: en primer lugar, primeramente, en segundo lugar, en primera instancia, por último, finalmente…
  • De consecuencia: en consecuencia, por consiguiente, por lo tanto, por tal razón…

Adecuación

Adaptación del texto a la situación comunicativa en la que se inserta. Debemos tener en cuenta a quién nos dirigimos, qué tipo de texto estamos realizando y el propósito con que lo hacemos.

También hay que precisar el léxico a utilizar, ajustarlo a nuestros posibles lectores.

Es importante que adaptes el texto a la estructura, según su tipología. No es el mismo esquema y estilo de una publicidad que el de una propaganda.

Coherencia

Es la relación interna entre las ideas y su significado. Un texto coherente es aquel que tiene un sentido global cuando lo lees.

La coherencia te permite encadenar los enunciados para que éstos tengan relación y lógica entre cada uno de ellos.

Esta propiedad textual abarca una coherencia global y una coherencia local. La coherencia global la determinas cuando un texto tiene sentido como una unidad de significado.

La coherencia local es el sentido con el que se entrelazan significativamente unas ideas con otras para la construcción de los párrafos.

Cohesión

Representa una serie de procedimientos gramaticales que posibilitan la construcción de un texto y el encadenamiento de ideas para que tenga significado.

Los mecanismos cohesivos más usados son:

  • Uso de conectores (marcadores discursivos)
  • Uso de pronombres personales: como sustitutos de sujetos oracionales. Por ejemplo. Luis fue a la disco. Él bailó mucho. El pronombre él sustituye al sujeto Luis.
  • Uso de sinónimos: para evitar la repetición redundante de palabras.
  • Uso de signos de puntuación: para unir enunciados en la construcción de los párrafos y así omitir el uso de frases innecesarias que no aportan información.
  • Elipsis: eliminación de palabras que no dan mayor sentido al texto. Esta eliminación no altera el significado del enunciado. Por ejemplo, en “Luis fue a la disco. Él bailó mucho.”, podemos suprimir el uso del pronombre él y no se cambia en absoluto lo que dice el texto: “Luis fue a la disco. Bailó mucho.”

La cohesión garantizará la fluidez en la redacción y evitará que repitas innecesariamente datos que no aportan información relevante para tu argumentación.

Rasgos lingüísticos

  • Uso de la primera persona (singular o plural): yo, nosotros
  • Uso de oraciones subordinadas
  • Léxico específico, según el público receptor
  • Empleo de las modalidades exclamativas, interrogativas y dubitativas; es decir, expresiones con una gran carga de emociones del autor y su intencionalidad personal.

 Principales textos persuasivos

  • Los anuncios publicitarios
  • La caricatura política
  • El ensayo
  • La propaganda
  • El artículo de opinión

 Clasificación de los textos persuasivos

 Textos periodísticos

Son aquellos que encuentras en los medios escritos de comunicación de masas, como la prensa.

Existe una gran variedad de textos que  podemos encontrar en los periódicos. Estos van desde el artículo de opinión hasta una caricatura política.

Su finalidad persuasiva varía en cada texto en específico que hallamos en la prensa.

Por ejemplo, una publicidad pretende vender un producto o servicio; pero una caricatura busca mostrar de manera irónica o sarcástica una situación particular vinculada con la política nacional.

Textos sociales

Son conocidos también como textos administrativos y los usas en el ámbito organizacional con fines sociales específicos: el buen desenvolvimiento de las labores dentro de las instituciones.

Algunos de ellos son:

  • Memorando
  • Solicitud
  • Oficios (cartas formales u oficiales)
  • Cartas de petición
  • Solicitudes de empleo

Cada uno de estos textos tiene, a su vez, características y estructuras específicas acordes con su intención comunicativa.

La persuasión en estos escritos la va a determinar el propósito con el que cada uno es creado.

Por ejemplo, en una solicitud de empleo debes destacarte en tu redacción con miras a que el empleador se convenza de que eres el mejor candidato para ocupar la vacante.

Textos escolares

Son textos de naturaleza académica que contienen información y conocimiento en áreas específicas del saber.

Su finalidad de convencer o persuadir no es en torno a una opinión personal, sino en cuanto a teorías y conceptos ya aceptados en el ámbito educativo.

Son ejemplos de ellos las enciclopedias, libros especializados, entre otros.

Textos iconográficos

Son aquellos que se valen de las imágenes o las combinan con textos escritos para lograr sus fines persuasivos.

Dentro de esta clasificación podemos encontrar los anuncios publicitarios y las propagandas (políticas, sociales, religiosas o educativas).

Los textos iconográficos tienen un alto impacto persuasivo, pues su naturaleza icónica nos lleva a recordar la gran validez del famoso refrán: “Una imagen vale más que mil palabras”.

Textos personales

Estos describen lo común y trascendental de cada persona. Estos relatos los hacemos desde una perspectiva presente y en función de las emociones y experiencias particulares de cada quien.

El lenguaje utilizado varía de acuerdo con la situación comunicativa en la que se encuentre el hablante.

El hecho de expresar emotivamente circunstancias actuales ayuda a poner orden en los sucesos de la cotidianidad.

Entre estos textos podemos hallar los diarios, las memorias, autobiografía, cartas, comunicaciones electrónicas, entre otras.

La argumentación en los textos personales no va de la mano con una intención persuasiva, sino que es una manera de plasmar una realidad personal desde un punto de vista subjetivo.

Estructura de los textos persuasivos

Presentación

Como su nombre lo refiere, en esta primera parte debes presentar el tema de manera informativa y con la intención de que el receptor se interese por el texto.

Como parte introductoria, busca captar la atención del lector y que éste responda con una actitud positiva.

A pesar de ser una presentación, estos párrafos pueden omitirse.

La tesis

Es la idea central sobre la que reflexionas: es el núcleo de la argumentación que pretendes hacer.

El cuerpo argumentativo

Es la exposición de los argumentos que sustentan la tesis.

Es la argumentación en toda su esencia: es aquí donde presentas las razones que sustentan tu idea central.

En el cuerpo del texto debes colocar citas, proverbios o refranes; esto es lo que conocemos como argumentos de autoridad.

Estas ideas son las que le dan credibilidad a nuestros planteamientos y conducen a los lectores a convencerse de todo lo que exponemos.

En estos párrafos también podemos incluir ejemplos que ilustren alguna realidad plasmada en el escrito.

También es importante que repitamos ideas, si es necesario, para lograr fijar en nuestros lectores nuestra opinión sobre el asunto tratado.

Es fundamental que sepamos qué nexos utilizar para conectar las oraciones y los párrafos. Así conseguiremos que nuestro texto se perciba como una unidad de significado.

Lo que leen los demás debe tener un sentido pleno y esto lo logras cuando sabes cómo juntar las ideas.

La conclusión

En esta parte debes retomar tu tesis inicial para luego demostrar su propia validez. Reafirmas lo que ya has venido planteando a lo largo de tu argumentación.

A veces podemos añadir en la conclusión algún consejo, en función del tema expuesto.

Puedes recomendar o prohibir, según la naturaleza de la opinión que has sustentado.

Un aspecto que no debes olvidar al momento de redactar el cierre de tu texto persuasivo, es el uso de los conectores que guían a tus lectores a saber que ya va a finalizar el escrito.

Los conectores más usados son: en conclusión, finalmente, en definitiva, en resumidas cuentas, por lo tanto

¿Dónde encontramos textos persuasivos?

Los textos persuasivos los encontramos, principalmente, en los medios masivos de comunicación; es decir, televisión, radio, prensa e Internet.

También en el ámbito académico podemos hallarlos y se usan, generalmente, como herramienta didáctica para la transmisión e intercambio de conocimientos.

Los textos persuasivos son un ejercicio de escritura eficaz para desarrollar la capacidad crítica de los estudiantes.

Así que es probable que este tipo de textos se produzcan con relativa frecuencia en las aulas de clases.

¿Dónde se utilizan los textos persuasivos?

En el ámbito periodístico son muy usados, pues la opinión crítica es su esencia fundamental. Los artículos y editoriales son la base de la prensa escrita.

En el entorno escolar son una herramienta útil para desarrollar el pensamiento crítico de los alumnos.

La propaganda educativa y social las usamos como mecanismo para promover conductas o comportamientos ajustados a los sistemas de valores.

En el ámbito de la política, la propaganda es el recurso más idóneo para “vender” ideologías (formas de pensamiento).

La propaganda política es el instrumento ideal para lograr hacer que los ciudadanos voten por un candidato determinado.

En el ámbito comercial de la comunicación social, los usamos para vender productos y servicios, a través de la publicidad.

En el plano personal, de manera formal e informal, estructurada o no, siempre configuramos discursos persuasivos: charlas, mensajes de texto, diarios o la sencilla elaboración de un currículo para buscar trabajo.

Ejemplos de textos persuasivos

A continuación mostraremos diez ejemplos; la mayoría de ellos se inserta en el ámbito periodístico, pues aquí abunda una gran variedad:

1.- Propaganda religiosa:

2.- Propaganda educativa:

3.- Propaganda política:

4.- Propaganda social:

Resultado de imagen para no fumar propagandas

Tomado de: http://alminartengounplan.blogspot.com/p/habitos-de-vida-saludable.html

5.- Publicidad:

Resultado de imagen para publicidad mcdonalds

6.- Artículo de opinión

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Tomado de:

https://cathan-tauro.wikispaces.com/Editar+art%C3%ADculos+de+peri%C3%B3dico+para+trabajo+period%C3%ADstico.

7.- Caricatura política

Tomado de: https://twitter.com/raymacaricatura/status/938929912349626368

8.- Currículo

Tomado de: http://www.curriculumfacil.es/curriculum-vitae/ver-curriculum.php?id=0&funcional=1

9.- Cartas de petición o solicitud:

 

10.- Ensayo:

Fragmentos del ensayo “Aviso a los navegantes” de Pedro Parra:

Como has podido observar, a pesar de la formalidad que tienen algunos textos persuasivos, también los podemos encontrar en nuestra cotidianidad.

El periódico, como medio masivo de comunicación, es el que más aporta producciones de esta naturaleza.

Otros medios como la radio o la televisión son grandes difusores de anuncios publicitarios y propagandas de diversa índole.

Nosotros como seres racionales y comunicativos, por naturaleza, nos dedicamos de forma consciente e inconsciente a convencer y a persuadir a otros sobre lo que pensamos o queremos.

La intencionalidad de estos textos siempre la debes dirigir a promover un cambio de conducta y de pensamiento.

Hay una necesidad por incitar al cambio de patrones de comportamiento en las personas.

 

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Referencias

Álvarez, Miriam (1995). Tipos de escrito II: Exposición y argumentación. 2da.edición. Madrid: Arco Libros.

Avendaño, Fernando y Perrone, Adriana (2012). La didáctica del texto. Estrategias para comprender y producir textos en el aula. Santa Fe (Argentina): Homo Sapiens Ediciones.

Marín, Marta (2007). La enseñanza de la lengua. México, D.F.: Ediciones Larousse.

 

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