Aptitud y actitud

Aptitud y actitud son dos palabras cuya definición es diferente a pesar de que oralmente suele ser confundida.

Es un error pensar que tienen el mismo significado. De hecho a continuación conocerás la definición de ambas palabras y podrás darte cuenta de su gran diferencia.

Aptitud y actitud: definición de aptitud

Aptitud y actitud definición de aptitud
Aptitud y actitud definición de aptitud

Aptitud y actitud, para diferenciar estas palabras tan confusas, lo mejor que puedes hacer es leer y estudiar su definición.

Comenzando por la definición de aptitud: es la capacidad o el conocimiento con el que cuenta una persona para desarrollar una actividad. Tú puedes tener una excelente aptitud para dibujar caricaturas, pues el dibujo es tu don.

De hecho la psicología define a esta palabra como las condiciones en su conjunto del hombre que lo hacen eficiente para cumplir una determinada función, ya que cuenta con los conocimientos innatos o adquiridos necesarios para cumplirla eficientemente.

Definición de actitud:

Aptitud y actitud:  Definición de actitud
Aptitud y actitud: Definición de actitud

Aptitud y actitud: ya conoces la definición de aptitud, ahora te resultará fácil comprender su diferencia con actitud, conociendo su definición:

Es la voluntad que tiene una persona para llevar a cabo una actividad.

Tomando el ejemplo anterior. Tú puedes tener aptitud para dibujar una caricatura, pero sin embargo puedes carecer de actitud para hacerlo.

Por ello es la forma en la que actúa una persona, es su comportamiento para hacer determinada acción.

Diferencia:

Aptitud y actitud:  Diferencia
Aptitud y actitud: Diferencia

Recuerda que no puedes usar Aptitud y actitud indistintamente, pues son palabras con significado distinto.

La aptitud es tu atributo y la actitud es la predisposición que tú tienes para ejecutar una acción.

Aptitud es lo que tú sabes o tienes conocimiento y ejerces ese conocimiento con una buena o mala actitud.

Tú cuentas con una habilidad, es tu aptitud, pero esa habilidad la ejerces con una cierta voluntad, es tu actitud para ejercerla.

Es tu talento, tu don, tu temperamento tendrá que ver para ejecutarla con una actitud que dependerá del medio externo o interno, de tus emociones.

Por ejemplo puedes tener muy buena aptitud para leer, te gusta la lectura, conoces a muchos escritores y sus obras, sin embargo puedes no tener actitud para escribir, no eres escritor porque careces de ella.

Tú puedes enfrentar una situación con una actitud de acuerdo a tu personalidad, pero por otro lado desempeñas una actividad de acuerdo a tu aptitud para ejercerla según tus conocimientos.

Debido a tu falta de interés y motivación externa puedes tener una mala actitud para estudiar, no obstante por ello no eres un mal estudiante.

Son palabras que se prestan a la confusión porque si no tienes una buena actitud para estudiar por ejemplo piano no tendrás aptitud para ejecutar este instrumento musical.

Los padres influyen en estas condiciones, ya que de acuerdo a su capacidad para manejar los límites con sus hijos, éstos podrán recibir conceptos importantes sobre los valores para convertirlos en buenos seres humanos con una actitud óptima para el estudio, tras lo cual generará en ellos la consolidación de aptitudes que les permita ser personas útiles para ellos mismos y para integrarse a la sociedad del futuro con una buena preparación.

Al crearles una buena actitud con aptitudes que les permita un buen desarrollo personal les permitirá evitar que desarrollen en el futuro el estrés laboral.

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