Los 20 Personajes Principales de la Revolución Mexicana

De los eventos acontecidos a lo largo del siglo XX, ninguno tuvo tanta relevancia histórica y política para los mexicanos como lo fue la Revolución Mexicana. Tuvo sus inicios el 20 de noviembre de 1910 con el objetivo de derrocar la dictadura del general Porfirio Díaz.

A lo largo de este proceso de conflictos armados, políticos y sociales, surgieron gran cantidad de personajes protagónicos, indispensables para que este evento hubiese acontecido de la forma en que lo conocemos.

Para hacer un repaso más detallado de dichas figuras, a continuación te presentaré los 20 personajes más relevantes para la Revolución Mexicana.

1. Emiliano Zapata

Probablemente uno de los personajes más importantes para la revolución, al punto de que en la actualidad su imagen es reconocida por todo el pueblo mexicano y altamente admirada en la población de los campos.

Nació el 8 de agosto de 1879, en un poblado campesino en el que presenció cómo se pisoteaban los derechos de los habitantes al despojarles sus tierras.

Bajo el apodo de “El Caudillo del Sur”, Zapata estuvo al mando del ejército liberador del sur para luchar contra la explotación del pueblo y la oligarquía que se vivía bajo el mando de Porfirio Díaz.

Durante su liderazgo, impulsó la lucha social por la igualdad de los derechos, al igual que las demandas agrarias, la democracia social y otras aspiraciones de libertad.

Aunque excluido del congreso constituyente, Zapata vería cumplir sus demandas en 1917 en lo concerniente a las reformas que están a favor del constitucionalismo social.

Sin embargo, dos años más tarde, las tropas del gobierno de Carranza lo buscarían para tenderle una emboscada en la Hacienda Chinameca, donde resultaría asesinado tras ser herido de gravedad por dos balas.

A pesar de haber sido identificado por sus compañeros, son muchos los rumores que indican que el cuerpo exhibido de Zapata no concuerda con algunos de sus rasgos y este habría escapado a Arabia, donde mantenía buenas relaciones.

De cualquier forma, el legado de Zapata en México todavía persiste, existiendo una ola política y social denominada Zapatistas y Neozapatistas, diferenciándose a partir de la perspectiva de los ideales promulgados por su líder.

2. Pancho Villa

Junto con Zapata, Pancho Villa es uno de los caudillos más recordados y apreciados en México por el papel fundamental que desempeñó a favor de la revolución.

José Doroteo Arango (alias Francisco/Pancho Villa) nació el 5 de junio de 1878, quien ya a muy temprana edad era considerado prófugo de la ley por haberle disparado a un terrateniente, luego de que este hubiese violado a su hermana.

Se ganó el liderazgo de los norteños al haber defendido a Chihuahua durante la guerra contra los Estados Unidos, y pasó a ser comandante del ejército del norte una vez comenzado el levantamiento en contra de la dictadura de Porfirio.

Al igual que Zapata, Villa poseía profundos intereses sociales en favor de la igualdad de derechos que debían recibir los campesinos, lo cual lo llevó numerosas veces a apoderarse de terrenos para distribuirlas entre los pobladores.

Una serie de derrotas durante la Revolución Mexicana en 1915 (estas ocurrieron en Celaya y Agua Prieta) le hicieron perder el dominio total que mantenía en el norte, lo cual le llevaría a la hazaña de la batalla en Columbus, en 1916, contra el ejército estadounidense.

Luego de haberse retirado del campo de batalla en 1920, intenta retomar al campo de la política solo unos años más tarde, razón por la que sería asesinado en julio de ese mismo año.

Por sus increíbles historias en combate, su interés por las clases bajas y su intrepidez para escaparse de las trampas de sus enemigos, Pancho Villa es recordado hoy como uno de los héroes de México.

3. Porfirio Díaz

Luego de hablar acerca de las principales figuras del bando opositor, pasamos a mencionar al líder del Estado, nada más y nada menos que el general Porfirio Díaz.

Nació el 2 de septiembre de 1830, ascendiendo al máximo cargo político en 1876 tras ganarse el afecto del pueblo al haber participado en el triunfo de la Revolución de Tuxtepec.

Durante casi la totalidad de su gobierno, México vivió un período de cierta estabilidad económica, pero el costo por el progreso era la sumisión a su mandato y la ausencia de libertad de expresión.

Cuando a comienzos del siglo XX el progreso se estancó y se vieron rodeados de una fuerte crisis económica, el pueblo comenzó a cuestionar si ya era tiempo de que alguien más calificado tomase el cargo.

No obstante y como en aquel entonces los altos mandatarios podían permanecer de forma indefinida en el poder, Porfirio Díaz se aferró a su cargo y reprimió brutalmente a su oposición.

Las rebeliones en su contra se intensificaron, llevándolo a presentar la renuncia al cargo en 1911 y a solicitar asilo político en Francia.

Pero lejos de resolverse la Revolución Mexicana, la vacante del poder solo ocasionó una serie de golpes de Estado y levantamientos entre un bando y otro, mientras que Porfirio moriría cuatro años más tarde en París a causa de su vejez (84 años).

 

4. Francisco Madero

Francisco Ignacio Madero fue un terrateniente con ávidas intenciones de generar progresos para la clase trabajadora, específicamente en el pueblo de San Pedro de las Colonias, donde fue responsable de la construcción de colegios, comedores y hospitales.

Nacido el 30 de octubre de 1873, fue el principal rival opositor del gobierno de Porfirio Díaz, lo cual demostró en el ámbito social (como vocero y movilizador de personas) y hasta en el político (como candidato a la presidencia).

Durante su gira política, fue arrestado bajo cargos de rebelión e injuria contra las autoridades, pero que al poco tiempo de salir en libertad, planificó junto a Pancho Villa el levantamiento de armas que derrocaría a Porfirio en 1911.

A pesar de esta victoria parcial, Madero sería capturado y ejecutado en 1913 durante el golpe de Estado dirigido por Victoriano Huerta.

Debido a su importancia política y las repercusiones que causó su asesinato, muchas personas adjudican su muerte como el verdadero motivo que originó la Revolución Mexicana.

 

5. Victoriano Huerta

Conocido popularmente por su apodo “El Chacal”, Victoriano Huerta fue un militante que ocupó el cargo de presidencia entre 1913-1914.

Nacido el 23 de enero de 1845, El Chacal dirigió el golpe de Estado denominado “Decena Trágica”, conflicto que duraría 10 días y daría como resultado la renuncia y ejecución del entonces presidente Francisco Madero.

En un período presidencial de 17 meses, fue responsable de la ejecución de 35 rivales políticos de oposición.

Por este motivo, se ganó la mala fama de traidor y fue repudiado por la población mexicana, quienes han asociado popularmente su nombre a “El Usurpador”, para referirse a él en un sentido despectivo.

Exiliado de su país al ser derrocado por Carranza, tuvo contactos con funcionarios del imperio alemán durante la Primera Guerra Mundial, para organizar un nuevo golpe de Estado que le devolviera el poder.

Esto lo hacía mientras les aseguraba a los alemanes que les brindaría apoyo en la guerra contra Estados Unidos.

Estas conversaciones fueron interceptadas por la inteligencia estadounidense, y durante una reunión llevada a cabo en Texas se realizó el arresto de El Chacal por conspiración contra el Estado.

Victoriano Huerta es todavía una figura emblemática para México, pero esto debido más a sus atroces acciones que a su gestión de gobierno durante el período que estuvo a cargo.

 

6. Antonio Caso

Otra de las figuras de mayor relevancia para la Revolución Mexicana fue Antonio Caso, quien formó parte de movimientos críticos contra el porfirismo.

Nacido el 19 de diciembre de 1883, Caso no fue un militar como la mayoría de los personajes importantes mencionados hasta ahora, sino más bien un académico que buscaba la toma de razón del pueblo a partir del contra positivismo.

Criticó que el problema de México radicaba en su falta de unidad por aspectos raciales, culturales y sociales, promoviendo sus ideas y reflexiones filosóficas en sus múltiples escritos.

Además, fue responsable de la fundación del Ateneo de la Juventud y formó parte de la consolidación de los institutos universitarios de mayor relevancia actual en el país.

 

7. John Kenneth Turner

Si su nombre no parece tener ninguna relación con México es porque es proveniente de los Estados Unidos. No obstante, los estadounidenses también tuvieron un papel que jugar en la Revolución Mexicana.

John Kenneth Turner nació en Oregón en 1879, y fue uno de los cronistas más populares en cuanto a la documentación del gobierno de Porfirio, pronosticando, en su libro México Bárbaro, que solo era cuestión de tiempo para un levantamiento armado.

A pesar de sus raíces, Turner estuvo en contra de la intervención militar norteamericana en México, debido a pensamientos antiimperialistas que expresó en su libro titulado Manos Fuera de México.

Su presencia en la Revolución Mexicana fue fundamental, ya que permitió un punto de vista objetivo de las atrocidades en contra de la libertad que se vivían en el porfirismo.

8. Venustiano Carranza

Personaje de gran importancia durante la fase final de la Revolución Mexicana por su presencia pro revolución, siendo gran responsable de que se diera lugar la nueva Constitución.

Nacido el 29 de diciembre de 1859, fue elegido como primer jefe del Ejército Constitucionalista para derrocar el breve período de gobierno de El Chacal.

Posteriormente sería elegido por los diputados como presidente de México para el lapso 1917-1920.

Como consecuencia de estos hechos, históricamente es considerado como una de las buenas figuras dentro de la revolución.

Una curiosidad que lo caracteriza es que tenía por costumbre saquear las propiedades de los pueblos en donde se llevaban a cabo los conflictos.

Aunque su período presidencial estuvo plagado de críticas, esta costumbre no desmerita su posición política en oposición al gobierno de Porfirio Díaz.

 

9. Adolfo de la Huerta

Adolfo de la Huerta nació el 26 de mayo de 1881 y fue el primer presidente que gobernó México de manera legítima y tras elecciones generales, después de la instauración de la nueva Constitución de 1917.

Aunque su período fue solo provisional y con una duración de apenas seis meses, mostró una actitud que buscaba la conciliación entre los partidos políticos, el pueblo y el Estado, llamando a su vez a elecciones del poder ejecutivo y legislativo.

La posición de Adolfo de la Huerta era contrarrevolucionaria por su afiliación con el Estado. Sin embargo y para marcar una nueva era de paz, mantuvo acuerdos de tregua con disidentes e integró en su gabinete presidencial políticos que apoyaron la revolución.

Su objetivo era la reestructuración del gobierno para una democracia próspera, la cual si bien no cumplió del todo debido a su corto período, sentó las bases para que su sucesor pudiera cosechar sus frutos.

 

10. Álvaro Obregón

Nacido el 19 de febrero de 1880, Álvaro Obregón fue el sucesor del gobierno de transición que ocupó Adolfo de la Huerta y, por tanto, es considerado por muchos como el primer presidente posrevolucionario propiamente dicho de México.

Su período de mandato comenzó a finales de 1920 y culminó en 1924, en donde destaca entre sus principales acciones la creación de la Secretaría de Educación Pública.

Además, sería el responsable de la repartición de tierras entre los pobladores (principalmente campesinos) que habían sido confiscadas durante la dictadura de Porfirio Díaz.

En medio de la profunda crisis económica que se vivió en México tras la revolución, Obregón fue reelegido presidente en 1928, pero fue víctima de un desenlace turbio al ser asesinado mientras se retrataba para una foto en un restaurante.

11. Pascual Orozco

Trabajando a favor de la revolución como caudillo, Orozco fue uno de los pocos personajes que estuvo directamente involucrado en dicho suceso desde sus inicios hasta el final, siendo considerado (junto con Madero) como uno de los posibles líderes.

Nació el 28 de enero de 1882 en Chihuahua, por lo que estuvo en contacto directo y trabajando simultáneamente con Pancho Villa.

Contaba con una facción propia en la que junto a sus seguidores, “los oroquiztas”, se enfrentaba en batalla contra dirigentes constitucionalistas y otros rivales de oposición.

Formó parte del movimiento golpista que comandó El Chacal, que tras su éxito fue nombrado General de Brigada y en su derrocamiento lo acompañó en el exilio a los Estados Unidos en 1914.

La muerte llegó a Orozco estando en el exilio, durante una invasión a un rancho texano que lo llevó a una confrontación contra una brigada estadounidense.

 

12. Adela Velarde Pérez y las Adelitas

De los pocos personajes femeninos que han sido históricamente reconocidos dentro de la Revolución Mexicana, el nombre de Adela Pérez será sin duda alguna uno de los más recordados.

Nacida el 8 de septiembre de 1900, fue una enfermera que asistió a numerosos soldados en batalla, y que sería líder y fuente de inspiración para el movimiento conocido por el nombre de “Las Adelitas”.

Este movimiento se trató de un grupo de mujeres que, cansadas del incumplimiento de sus derechos y de otras personas pisoteadas (como los campesinos), alzaron las armas y salieron al campo de batalla para luchar contra la tiranía.

Su labor era bastante completa; se ocupaban tanto de cuidar heridos y suministrar alimentos, como de disparar sus armas en los frentes de batalla y de realizar misiones de espionaje contra sus enemigos.

Entre otras figuras femeninas de gran relevancia que acompañaron a Adela en su lucha por la igualdad social, destacan los nombres de Amelia Robles, Ángela Jiménez, Hermila Galindo y Petra Herrera.

La primera de ellas, Amelia Robles, ascendió al cargo de coronel por sus labores en batalla y se hacía llamar Amelio, como sátira a la discriminación que recibían las mujeres en la milicia.

Por su parte, Ángela Jiménez era experta en explosivos y manejo de armas, mientras que Hermila Galindo desempeñaba labores de activismo que le otorgaron un puesto como diputada durante el gobierno de Carranza.

Finalmente, Petra Herrera era fiel aliada de Pancho Villa hasta que su relación se vio deteriorada, momento en el cual decidió liderar su propio batallón (conformado por más de un millón de mujeres) que utilizó para ganar una de las batallas de Torreón en 1914.

Debido a que la sociedad durante del siglo XX todavía mantenía valores conservadores, que exaltaban la figura del hombre por encima de la mujer, la mayoría de estos personajes fueron ignorados en la descripción de los sucesos concernientes a la Revolución Mexicana.

De hecho, Adela Velarde Pérez no recibiría recompensa alguna por sus labores humanitarias y revolucionarias desempeñadas, por lo que murió en 1971 sumergida en completa pobreza.

Sin embargo y al igual que con sus compañeras, su desempeño está siendo reconocido a partir de la nueva ola de feminismo que se vive en la actualidad, ganándose el respeto y reconocimiento de toda la población mexicana.

 

13. Plutarco Elías Calles

Aunque pueda resultar increíble para muchos, Plutarco Elías Calles previo a la Revolución Mexicana no era un militante, sino un maestro de escuela. Su desempeño en lucha y su importancia histórica lo llevaron al puesto de general.

Nacido el 25 de septiembre de 1877, provenía de una familia de terratenientes adinerados, que con el asentamiento de la crisis económica presenciaba cómo se reducía su estatus social, llevándolo a sumarse a las fuerzas revolucionarias de Madero para hacer algo al respecto.

Formó parte de la nueva Constitución de 1917 de Carranza y estuvo bajo las órdenes de Obregón, lo cual lo llevó a convertirse en presidente de México para el período entre 1924 y 1928.

Durante su cargo, realizó diversas reformas agrarias en protección de las clases bajas, cambios en el sistema educativo, diversas obras de construcción pública y demás.

Plutarco hallaba en el concepto de la revolución no solo un argumento político para el derrocamiento de Porfirio, sino un medio para llevar a cabo finalmente la transformación económica y social que tanto necesitaba el país.

Su afán revolucionario lo llevó a ser considerado como “Jefe Máximo de la Revolución” durante el punto más alto de su carrera, también en ocasiones denominado “Maximato”.

Plutarco buscó utilizar su ideología para influenciar a las masas y generar seguidores, dándole forma a un partido político denominado “Partido Nacional Revolucionario” (PNR).

Curiosamente, el principal objetivo del PNR se convirtió en detener el caudillismo que todavía existía en México, evitando posteriores derramamientos de sangre y encomendándose a los beneficios de la nueva constitución.

Gran parte de las reformas que mantuvo Plutarco durante su cargo son mantenidas todavía en la actualidad, por lo que se le reconoce como una de los principales responsables del rumbo del México moderno.

 

14. Aquiles, Máximo y Carmen Serdán

Conocidos popularmente como los Hermanos Serdán, fueron una muestra de valentía que inspiró al resto de la población al momento de hacer frente a la dictadura de Porfirio.

Formaban parte del partido político de Madero, pero además difundían propaganda política que llamaba al levantamiento de armas y a la unión del pueblo mexicano oprimido.

Cuando Porfirio se enteró de los rumores de un motín, tomó manos a la obra y mandó cerca de 400 soldados para allanar la propiedad de los Serdán el 18 de noviembre de 1910.

Para sorpresa de las autoridades, era en casa donde los Serdán escondían su arsenal de armas, por lo que respondieron a la intrusión con disparos y se dio lugar a un conflicto armado que se prolongó por horas.

Se dio el alto al fuego con el asesinato de Máximo Serdán, momento en el que el resto de los hermanos se rindieron y se dio lugar a la captura de Carmen y la esposa de Aquiles.

Por su parte, Aquiles logró huir de la escena vía a la refriega, pero fue capturado y ejecutado al día siguiente.

Este acto de lucha y resistencia, en vez de atemorizar al pueblo mexicano, sirvió de inspiración para posteriores levantamientos que promovieron a la revolución en sí.

Hoy los hermanos Serdán son considerados unos de los primeros mártires de la Revolución Mexicana.

 

15. Joaquín Amaro Domínguez

Impulsado por la influencia militar de su padre, Joaquín Amaro Domínguez formó parte de las filas de Madero como soldado raso, pero su compromiso con la revolución lo llevó al cargo de teniente.

Nacido un 16 de agosto de 1889, Joaquín tenía ascendencia indígena por parte de ambos padres, y al ver cómo eran rechazados al ser considerados minorías, decidió alistarse en pro de la revolución.

A partir de 1915, se une a Pancho Villa para defender la campaña del sur, en donde interviene ileso en un total de 22 conflictos armados.

Su alto desempeño le hizo secretario de guerra y marina en 1924, donde realizó reformas para darle estructura al instituto armado, promoviendo a su vez con rigurosidad el desarrollo de actividades deportivas.

Ocupó esta posición durante tres mandatos presidenciales, retirándose finalmente para desempeñar labores educativas como director del colegio de militares.

Joaquín Amaro es utilizado como fuente de inspiración en la milicia, pues su disciplina y gallardía para defender la revolución le otorgaron un rápido ascenso en su carrera como militar.

 

16. Belisario Domínguez

Sin ninguna relación con Joaquín Amaro (y contrario a su carrera profesional), Belisario Domínguez fue un médico altruista que defendió sus ideales liberales a lo largo de la Revolución Mexicana.

Nació el 25 de abril de 1863. Aunque se formó y vivió gran parte de su infancia y juventud en Europa, para en 1890 retorna a Chiapas e instala un consultorio para atender a personas de bajos recursos.

Viendo la pésima calidad de vida que llevaban sus pacientes a causa del régimen de Porfirio, en 1904 funda su propio periódico llamado El Vate, donde criticaba públicamente los mandatos de su gobierno.

Con la llegada de Madero al poder en 1911, Belisario fue nombrado senador en vigencia de suplencia en el estado de Chiapas, pero al acontecer la decena trágica abandona el cargo y retoma sus posturas en contra del gobierno.

Los discursos de Belisario tachaban al gabinete de gobierno de El Chacal de traidores a la patria, de asesinos y usurpadores, por lo que el senado tomó la decisión de censurar su periódico.

A pesar de las amenazas, Belisario continuó con la difusión de su periódico, lo cual le llevó a ser secuestrado y asesinado por mercenarios contratados por El Chacal, durante la noche del 7 de octubre de 1913.

No obstante su muerte no fue en vano, pues este evento se hizo público y evidenció la dictadura del Chacal, llevando a que su gabinete y senado fuese desmantelado.

 

17. Ricardo Flores Magón

Al igual que Antonio Caso, Ricardo Flores Magón no aportó directamente en la lucha de la Revolución Mexicana, sino más bien en sus fundamentos intelectuales.

Nacido el 16 de septiembre de 1873, desempeñó funciones de periodista y político, redactando notas contra el gobierno de Porfirio en líneas de prensa como El Universal y El Demócrata.

Fue arrestado en varias ocasiones por defender sus ideales; una primera vez en manifestaciones contra el reeleccionismo de Porfirio, y otra con la inauguración de su propio semanario, Regeneración, el cual servía de medio para expresar sus críticas.

Este semanario le costó el exilio del país, por lo que debió trasladarse a los Estados Unidos para continuar publicando libremente sus opiniones en contra del gobierno mexicano.

Su devoción a la libertad de prensa y su postura en contra del porfirismo lo llevaron a formar parte de la fundación del Partido Liberal Mexicano (PLM) que serviría para dirigir a los grupos devotos a su ideología.

No obstante, Magón se radicalizó rápidamente hacia la doctrina anarquista, con influencia del Marxismo y la eliminación de la propiedad privada, lo cual lo llevó a caer en prisión esta vez en Estados Unidos, donde moriría en el año 1922.

 

18. Felipe Ángeles

Se trata de un militar mexicano que se ganó la condecoración popular de héroe, a partir de sus acciones a favor de la revolución.

Felipe Ángeles nació el 13 de junio de 1868, quien siguiendo los pasos de su padre decide ingresar al colegio militar a la temprana edad de 14 años, egresando como artillero especializado.

Desde joven destacó su disciplina y preocupación por la justicia social, identificándose con la campaña humanista de Madero y alistándose a su partido en pro de la revolución.

Tras la muerte de Madero, Ángeles tomó como propios sus ideales revolucionarios y encabezó junto a otras figuras protagónicas la lucha por una nueva constitución.

Sus contactos lo llevaron a aliarse con Pancho Villa, formando una dupla militar temible que resultó victoriosa en casi cada una de las batallas que desempeñaron, tal y como es el caso de la Toma de Zacatecas.

Sin embargo, tras caer en el exilio en 1915 y regresar en 1918, Ángeles es traicionado por un compañero y es entregado al consejo de guerra por actos en contra del Estado, por lo que es encarcelado y posteriormente fusilado en 1919.

A pesar de su muerte, Ángeles heredaría sus doctrinas y preocupaciones militares a otros militantes como Lázaro Cárdenas y Joaquín Amaro.

 

19. Benjamín Hill

Al igual que otros militares destacados, Benjamín Hill compartía los ideales que defendía Madero, convirtiéndolo en uno de los líderes del partido antirreeleccionista.

Nacido el 31 de marzo de 1877, sus creencias lo llevaron a formar parte de las luchas armadas y políticas en favor de la revolución, otorgándole el puesto de coronel en 1911.

Con la caída de Porfirio, también mostró oposición contra el gobierno del Chacal durante el año 1913, desempeñando el cargo de comandante del Ejército del Norte para 1914.

Solo mostró afinidad con el Estado con la llegada de Carranza al poder, donde desempeñó labores en la brigada del ejército y en la secretaría de guerra y marina, para luego recibir el honor de veterano bajo el mando de Obregón.

Tras su muerte en 1920, Hill pasó a convertirse junto con otros militares en un símbolo de valentía y lucha por los valores de la igualdad social.

 

20. Francisco R. Serrano

Por último pero no menos importante, destaca el nombre de Francisco R. Serrano por sus participaciones en las líneas militares revolucionarias de Madero, en donde obtuvo su grado de capitán.

Nacido en 1886, Serrano es de los pocos militares que, con la caída de Porfirio del poder, se retiró a la vida privada para ejercer como contador y asistente del gobernador de Sinaloa, su ciudad natal.

Sin embargo, al hacerse pública la ejecución de Madero, Serrano regresa a la lucha y se alista en el ejército constitucionalista, que entonces era dirigido por Obregón.

Allí, participó en luchas contra tropas estadounidenses, villistas, zapatistas, huertistas y demás, saliendo impune en cada una de ellas y accediendo al grado de general de brigada.

Su posición política y militar lo llevó a desempeñar puestos importantes dentro de la secretaría de guerra y marina, pero su apogeo lo consiguió en 1926 al ser nombrado gobernador del Distrito Federal.

Su aspiración era conseguir la presidencia, por lo que se lanzó como candidato para competir contra la reelección de su antiguo comandante, Obregón.

Sin embargo, fue capturado y ejecutado por su contrincante durante las celebraciones del 2 de octubre de 1927.

 

Estos 20 personajes de la Revolución Mexicana, marcaron desde sus propias ideologías y perspectivas políticas, el desenlace de uno de los sucesos más importantes en la historia de México.

Actualmente todos ellos son recordados (unos con más afecto que otros) por cada uno de los habitantes de dicha nación.

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