Cómo inyectar a una persona

Si quieres aprender a inyectar a una persona es importante que lo realices de forma correcta, ya que al cometer cualquier error puedes dañar severamente al paciente.

Muchas veces resulta necesario contar con alguien que sepa hacer esta práctica, a fin de no tener que salir a buscar un profesional que lo realice por ti.

 

Cómo inyectar a una persona

Cómo inyectar a una persona
Inyectar a una persona no es un juego, es una práctica que realiza un médico o al menos un enfermero quien cuenta con todos los recursos necesarios para poder realizarlo de forma correcta. Si te animas a aprender como hacerlo te voy a facilitar los pasos a seguir:

1. La inyección intramuscular

Algunos medicamentos necesitan ser inyectados en el músculo para acelerar la curación de un enfermedad, para lo cual necesitarás una jeringa y por supuesto el medicamento.

2. La jeringa

– La jeringa consta del émbolo, un cilindro y la aguja. La aguja es la que debes introducir en el músculo. En el cilindro se encuentra el medicamento que será inyectado teniendo en cuenta la cantidad necesaria, la cual se encuentra marcada en mililitros en el cilindro.

– Con el émbolo se introduce el medicamento al cilindro y con éste mismo se extrae.

3. Dónde se aplica la inyección

Una inyección intramuscular puede ser aplicada en:

– El muslo, en concreto en el músculo vaso lateral. El músculo se divide entres partes iguales. Observa el tercio medio, ya que en este sector es donde deberás aplicar la inyección.

– En lugar de aplicar la inyección intramuscular en el muslo, también puede aplicarse en el músculo deltoides.

Cómo inyectar a una persona

Dado que se trata de aplicar una inyección en el brazo, lo debes descubrir por completo.

– Palpa la parte superior del brazo y notarás el acromion, un hueso cuya parte baja forma la base de un triángulo.

– Es un triángulo invertido con la punta hacia abajo y su base cerca de la axila.

– En el centro de este triángulo es la zona donde debes aplicar la inyección, considerando unos 5 cm. por debajo de la parte inferior del hueso.

– Solo podrías inyectar a una persona en el brazo si su músculo no es muy pequeño o si no es muy delgada.

– En la cadera es otra opción, la aplicarás en el músculo ventroglutal.

– El paciente deberá recostarse de lado.

– Ubica tu palma de la mano sobre el glúteo en su parte superior externa.

– Coloca tu dedo pulgar en la ingle y los demás dedos apuntando la cabeza del paciente como si estuvieses formando una “V”.

– Con el dedo anular y el meñique podrás sentir un hueso, lo cual te indicará que posicionaste correctamente los dedos.

– Enfócate a la “V” que formaste con el dedo pulgar e índice porque en el centro de la “V” será el lugar donde deberás aplicar la inyección.

– En los glúteos y en el músculo dorso gluteal es otra de las formas de aplicar una inyección. En este caso descubre uno de los glúteos.

– Embebe un algodón con alcohol.

– Con el algodón embebido en alcohol traza una línea que parta desde la línea que forman los glúteos hasta el costado.

– Nota el centro de la línea que trazaste.

– Marca unos 7.50cm. sobre esta línea.

– Desde ese lugar traza otra línea en forma de cruz con la anterior par terminar en la mitad del glúteo donde podrás sentir un hueso curvo.

– Aplicarás a inyección en la parte superior externa que se ubica por debajo del hueso curvo.

4. Cuidados al inyectar

– No siempre es necesario aplicar inyecciones salvo en los casos en los que el medicamento no se presenta en comprimidos o cuando el paciente no puede consumir un medicamento oral debido a vómitos o imposibilidad para tragar o incluso en situaciones de emergencia.

– En el caso de quesea necesaria la aplicación de una inyección debes considerar la importancia de aplicarla de forma correcta porque es muy peligroso si la aplicas en un sitio equivocado, si no te lavas las manos antes de su aplicación, si no conoces con exactitud el lugar dónde aplicarla o si no utilizas una jeringa desechable.

5. Las infecciones por inyecciones

Las infecciones por inyecciones pueden ser prevenidas:

– Utilizando jeringas desechables.

– Desinfectando con alcohol la zona donde apliques la inyección.

– Una infección puede ser provocada por gérmenes que entraron en la aguja por una indebida manipulación, ya sea porque se tocó con los dedos o se apoyo en un sitio.

– Solo pueden aplicar inyecciones las personas que han sido capacitadas y entrenadas para su aplicación y el personal de la salud.

– Ten en cuenta que si te han indicado un medicamento inyectable sierpe debes recurrir a una persona especializada en la aplicación de inyecciones.

– Nunca permitas que te manipule un inexperto porque si no conoce donde inyectarte puede dañar un nervio o puede presentarse un absceso en la zona, con lo cual deberás concurrir con urgencia al centro de salud más cercano.

– En las zonas donde no existen jeringas desechables debes asegurarte de utilizar una jeringa limpia y esterilizada.

– La aguja y la jeringa debe ser hervida en agua potable antes de ser utilizada y de inmediato comenzar con la aplicación de la inyección.

– Una vez hervidas la aguja y la jeringa no deben manipularse ni ser apoyadas en ningún sitio.

– Si tu médico te indica un medicamento inyectable y no cuentas con posibilidad de contar con una persona especializada en la aplicación de inyecciones, pídele que te indique ese mismo medicamento pero para administrarlo de forma oral.

– Recuerda que si te indica una inyección de vitamina B12, extracto de hígado o de vitaminas, tu médico deberá solicitarte un análisis de sangre con anterioridad.

7. Las posibles reacciones

Es probable que tras la aplicación de una inyección se presenten reacciones alérgicas como:

– Piel hinchada.

– Urticaria

– Comezón

– Problemas para respirar

– Vómitos o náuseas

– Problemas de visión

– Zumbidos en el oído

– Problemas auditivos

– Dolor en la espalda

– Dolor en la cintura

– Problemas para orinar

Cualquiera de estas reacciones son signos que indican que ese medicamento no debe ser administrado.

Si bien una inyección intramuscular resulta un poco difícil para que puedas aplicarla tú mismo, existen enfermedades en las que es necesario que aprendas cómo inyectarse uno mismo, como por ejemplo si padeces diabetes y necesitas inyectarte insulina todos los días.

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