Como género literario, surge el término ensayo para dar nombre a las reflexiones que plasmaban por escrito los filósofos renacentistas. Quien acuña el término es Michel de Montaigne en su obra Essais.
Se consideró un género literario por el esteticismo y belleza con que era usado el lenguaje para escribir las reflexiones sobre cualquier tema que aquejara la existencia humana.
Al ser un texto tan libre en su expresión y forma, gozaba del gusto de muchos y es así como en el ámbito académico ganó terreno.
Por razones didácticas, se clasifica en distintos tipos, a saber: académico, científico, argumentativo…y literario.
No olvidemos que, en esencia, es un texto que encierra un mismo fin: la reflexión. ¿Dónde radica la diferencia? En la forma como nos expresamos a través del lenguaje.
¿Qué es un ensayo literario?
Un escrito con rasgos especiales que al combinarse forman una totalidad de significado armónico, consistente y acorde con su fin.
Ofrece un análisis no tan rígido —a nivel de demostración, como un artículo— y la flexibilidad en la forma discursiva, pues la estética literaria es requisito indispensable.
No necesariamente hablamos de ensayo literario cuando analizamos o reflexionamos una obra literaria; cualquier temática puede ser usada para redactarlo: política, filosófica, histórica, entre otras.
El ensayo tampoco es literario porque aborde un tema literario.
Es literario por la belleza y elegancia con que expresamos el lenguaje para mostrar una visión personal sobre alguna temática.
Características
1.- Subjetividad
El autor manifiesta su modo de pensar y sentir de una forma muy particular y personal. Esto es lo que lo hace original y despierta interés en el lector.
No se busca demostrar o decir con otras palabras verdades por conocer o conocidas. Se quiere mostrar una visión propia del asunto o tema en cuestión.
2.- Originalidad
Como género literario, debe mostrar una gran riqueza de cultura general y específica; así como también una creación sensible y cargada de imaginación que lo sitúe como producto de bella expresión.
La originalidad radica en exponer ideas viejas con nuevas formas de expresión que muevan al lector a provechosas y nuevas reflexiones.
Aquí se enmarca la visión personal del ensayista y deja su sello de apreciación individual, lo que abre nuevos senderos de interpretación de realidades.
3.- Profundidad y precisión
Aunque en un ensayo no se persigue que agotemos todo un tema, esto no implica que debamos hacerlo de forma superficial y sin cuidado alguno en su tratamiento.
Lo que importa es la apreciación personal del autor de un ensayo, pues este debe ser profundo, preciso y ameno en cada una de sus reflexiones.
Difícilmente despertaremos interés en los lectores, si lo que exponemos es información vacía e imprecisa, repetitiva y sin algo provechoso para obtener de ella.
4.- Diversidad temática
Cualquier tema o asunto es materia prima para la creación ensayística literaria.
Aquí importa cuánto seas capaz de volver lo común y cotidiano en una manifestación expresiva bella, elegante y única, a través de las palabras.
5.- Escrito en prosa
La prosa es la forma literaria de expresión, apoyada en los modos discursivos expositivo y argumentativo.
En el ensayo literario, no es simplemente la exposición fría y gramaticalmente correcta; sino una expresión artística de la palabra que deleite a los lectores.
6.- Lenguaje y estilo
El lenguaje debe reunir cualidades inherentes de la buena expresión: claridad, concisión, brevedad, armonía y elegancia.
El estilo del ensayo literario varía con la forma de usar el lenguaje. Lo único claro es que este debe ser ameno, original e impregnado de belleza para realzar la expresión.
7.- Brevedad
No hay un límite determinado de la extensión de un ensayo. Esto dependerá del asunto y del estilo del autor.
Pero, al ser un escrito donde se condensa el pensamiento del ensayista, tiende a ser bastante breve. Esto también es muestra de la capacidad de síntesis y agilidad mental de quien lo escribe.
8.- Libertad
No exige mayores formalidades para su redacción, por lo que es un género libre y muy atractivo para los escritores.
9.- Uso de argumentos
No solo se basa en exponer desde una visión personal lo que pensamos, sino que tras eso se encuentra el fin de convencer o persuadir.
Es necesario, entonces, que usemos todos los argumentos válidos para sustentar nuestra visión particular, sin olvidar el cuido de un lenguaje embellecido que realce la subjetividad y el carácter literario del escrito.
10.- Uso de metáforas
De todas las figuras literarias, la que predomina en nuestro discurso cotidiano y que podemos pulirla y adherirla junto con nuestras reflexiones es la metáfora.
Constantemente hacemos comparaciones para explicar realidades y el recurso metafórico se convierte en surtidor de hermosas comparaciones para dar rienda suelta a la imaginación e interpretación.
Las metáforas, si conjugamos las palabras adecuadas, son las figuras retóricas que más belleza y originalidad le estamparán a nuestros escritos.
¿Cómo se estructura un ensayo literario?
El ensayo literario (y el ensayo en su concepción más general) no es un escrito que se caracterice por una rigidez en su estructura.
Pero si queremos hacer un buen ensayo literario, debemos conocer cuál es la estructura básica sobre la que se fundamenta la exposición de las ideas.
Por razones didácticas, proponemos el esquema siguiente, el cual te ayudará a organizar mejor las ideas:
1.- Introducción
Aquí presentas al lector el tema o el asunto a tratar. ¿De qué manera? Indicando aspectos como la situación actual, cuál es el objeto central de tu reflexión, con qué finalidad estás haciendo el escrito, aportes que hayan dado otros sobre el tema y su importancia.
Es fundamental que presentes toda información que pueda ilustrar al lector y lo guíe a una interpretación acertada de tus planteamientos.
2.- Exposición
Aquí analizas, comparas, criticas, relacionas y das tus apreciaciones sobre todo aquello que planteaste en la introducción.
Vas a edificar tus propios planteamientos personales y subjetivos sobre la base de tus valoraciones particulares.
Es en la exposición central de ideas que, como ensayista, vaciarás tus conocimientos del tema o asunto pero desde la óptica personal y vivencial que te caracterice, lo que otorgará originalidad a tus reflexiones.
3.- Conclusiones
Toda vez que se ha culminado la exposición de ideas, es momento de que tú mismo seas capaz de plasmar tus particulares conclusiones y valoraciones sobre el tema tratado, con miras a que el lector parta de allí y realice sus propias apreciaciones.
Tus deducciones reflexivas finales deben ser el punto de partida para que los receptores del ensayo puedan encaminar las suyas.
Que como ensayista despiertes en tus lectores la capacidad reflexiva a partir de tus ideas es una forma amena y eficaz de difundir cultura y conocimientos en general.
Cabe aclarar que los ensayos no se dividen en subtítulos que se correspondan con su estructura. Son textos divididos en párrafos o en apartados por subtemáticas vinculadas con el tema central expuesto.
Paso a paso: ¿cómo hacerlo?
1.- Elegir un tema
Si el ensayo es de tema libre, obviamente debemos hacer una elección de la temática sobre la cual vamos a escribir.
Si el escrito se hará con base en la lectura de una determinada obra literaria, hay que leer detenidamente el texto literario, analizarlo e interpretarlo, para así poder dar una apreciación reflexiva, razonable y acertada.
2.- Documentarse
Nunca podremos escribir sobre lo que no conocemos.
Sea porque elijamos un tema o porque debamos escribir sobre una obra literaria determinada, tenemos la obligación de indagar y buscar más información.
Si bien nuestra opinión es valiosísima en sí misma, no hay que dejar de lado lo que otros han dicho sobre un tema o sobre un libro, porque eso nos permitirá una apertura mental para un análisis más crítico y certero sobre el asunto.
3.- Elaborar un esquema o guion
Siempre será indispensable que no nos volquemos sobre la hoja en blanco a escribir. Antes de ello, debemos organizarnos mentalmente sobre todo aquello que queremos expresar.
Un recurso valioso para tal fin es la elaboración de un esquema que posibilite el ordenamiento de las ideas, según como queramos explicarlas en el desarrollo del texto.
El ejercicio de poner por escrito los planteamientos esenciales nos permitirá, con mayor facilidad, desarrollarlos en el transcurso del ensayo y así dar cabida a otras ideas que se generen en el camino.
4.- Definir el modo de organizar el discurso
Es importante que sepamos cómo vamos a estructurar nuestro discurso. Si bien como ensayo se apoya en la exposición y argumentación, debemos saber si también echaremos mano de la narración y descripción, para realzar la cualidad literaria del escrito.
5.- Redactar el borrador
Una vez que hemos definido todo el armazón sobre el que construiremos el ensayo, procedemos a redactar un borrador.
El borrador es el ensayo en su versión más primitiva y sujeto a futuras modificaciones, porque ni el escritor más experimentado ha logrado hacer un texto excelente en la primera vez que lo escribe.
Siéntete libre de saber que tus primeras ideas desarrolladas serán pulidas posteriormente.
6.- Revisar
Ya listo el borrador y habiendo dejado pasar un tiempo prudente entre su elaboración y lectura, pasamos a revisarlo.
¿Qué cosas debes revisar? Ortografía, coherencia y cohesión. Pero en el ensayo literario adquiere suma importancia el uso estético y embellecido del lenguaje, sin caer en exageraciones en el estilo, por lo que hay que prestar especial atención en él cuando estemos revisando.
Hay que revisar que el lenguaje usado se aleje del común y se acerque más a la utilización de palabras y frases que realcen su belleza lingüística.
7.- Editar
Una vez revisado, procedemos a editar lo que sea necesario con tal de que nuestro escrito se corresponda con un buen producto literario.
En el proceso de edición podemos suprimir palabras, frases o ideas, añadir otras, modificar alguna… en fin, es como dar los últimos toques con nuestro cincel para un mejor acabado.
El ensayo literario es un escrito que permite desarrollar nuestro potencial creativo, sin las presiones de lo académico. Es ese texto en el que podemos vaciar nuestras reflexiones sin prestar mayor atención a una estructura determinada.
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Referencias
Carrera, Liduvina; Vásquez, Mireya y Díaz, María (2006). Técnicas de redacción e investigación documental. Caracas: PANAPO.
Pazos, Éthel (2005). La comunicación escrita. San José (Costa Rica): GUAYACÁN.
Ver También:
- Cómo Hacer Un Ensayo Académico de Forma Correcta
- Ejemplos de ensayos literarios
- Cómo Hacer Un Ensayo Argumentativo de Forma Correcta