Guerra Civil de Angola: Causas y Consecuencias

Pocos conflictos armados en África han atraído la atención de los ojos del mundo como la rebelión civil que ocurrió en el territorio de Angola.

Aunque esta guerra civil haya durado oficialmente 26 años (entre 1975 y 2002), sus inicios se remontan muchos años atrás.

Esto se debió a la importancia estratégica de Angola en el mundo y a su respectiva alianza con uno de los dos líderes de bloque de la Guerra Fría.

Para comprender las causas que originaron esta guerra civil, así como las consecuencias que marcaron el rumbo de Angola como nación, no puedes perderte el análisis que expondré a continuación.

 

Antecedentes de la Guerra Civil de Angola

Como mencioné antes, la Guerra Civil de Angola no ocurrió de la noche a la mañana, sino que se fue gestando lentamente hasta llegar a un estallido político y social.

Para empezar, Angola no fue siempre una nación independiente, sino un territorio ocupado por colonias portuguesas y que era explotado por sus recursos naturales, pero principalmente por su posición geográfica.

Esto se debió a que su proximidad con la India permitía trazar rutas marítimas directas para el comercio de especias, tal y como ocurría con las ocupaciones holandesas en Sudáfrica.

Esto llevaba a que, de un modo u otro, otros países de Europa se interesasen en Angola, al punto de que durante la Primera Guerra Mundial, Alemania y Reino Unido mantenían planes para arrebatarles el territorio a los portugueses.

Y aunque esto nunca llegó a materializarse por los acuerdos pactados en el Tratado de Versalles, no sería el último intento en el que otros países intervendrían en el control de Angola.

Sin embargo, cualquier intento posterior de invasión se postergaría hasta después de la Segunda Guerra Mundial, momento en el que Portugal se consolidaba como una metrópolis y mantenía el control interno de Angola a partir de sus grupos políticos.

Para conseguirlo, mantenía la división ideológica y de clases en cuatro grupos políticos principales:

  • Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA)
  • Unión Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA)
  • Frente Nacional por la Liberación de Angola (FNLA)

Con la llegada de la Guerra Fría y la intrusión de la Unión Soviética y Estados Unidos en conflictos externos, se motivaron los ideales nacionalistas y se empezaron a producir los primeros movimientos independentistas.

A partir de estas rebeliones y de la idea de que un nuevo grupo político tomase el poder, comenzaron a originarse las causas que llevaron a los grupos radicales a encender una guerra civil.

 

Causas de la Guerra Civil de Angola

Al igual que en muchos otros conflictos armados, no se puede hablar de un único motivo que trajo como desenlace la guerra. Sin embargo, a continuación me limitaré a exponer solamente las principales causas:

La Independencia de Angola & la Guerra Fría

En 1961 se ejecuta el primer ataque pro-independentista del pueblo de Angola, propiciado por el MPLA, contra las autoridades portuguesas. A esto le sigue una masacre llevada a cabo por el FNLA contra 6000 angoleños pro colonización y 2000 civiles portugueses.

Lisboa reacciona movilizando a más de sesenta mil soldados para apaciguar las rebeliones, y es donde los grupos políticos comienzan a buscar aliados y la Guerra Gría se torna crucial para el desarrollo de la guerra civil de Angola.

Por un lado, el MPLA encontró apoyo en el bloque comunista de Europa del Este, liderados principalmente por algunos estados soviéticos, pero con apoyo de otros países revolucionarios como Cuba.

Mientras que por el otro, el FNLA fue respaldado por el bloque capitalista de Europa Occidental y los Estados Unidos, al igual que otros países vecinos como Zaire y Zambia.

Una vez resuelta la independencia de Angola en 1974, con la caída de los soldados portugueses en la Revolución de los Claveles, la influencia de sus aliados generó una disputa en cuanto al sistema político y económico que se debía desarrollar.

Para 1976, la Organización de Naciones Unidas reconocía al MPLA como representante legítimo de Angola, hecho que no era respaldado por el resto de los grupos debido a serias diferencias en cuanto a política.

Mientras que el MPLA buscaba imponer un sistema económico centralizado, con expropiaciones de empresas privadas y desestimación del dólar, el FNLA velaba por abrir las relaciones internacionales y por utilizar su posición en función del desarrollo económico.

Tras la indecisión y la postura pasiva del FNLA, algunos líderes militares aceptaron recibir suministros de armas de los Estados Unidos y armar un frente guerrillero radical. Es aquí donde nace UNITA.

A partir de entonces, los enfrentamientos se intensificaron y se dio origen a una de las más sangrientas guerras civiles de África.

Discriminación Racial hacia los Extranjeros

Uno de los factores que mantenía viva la Guerra Civil de Angola era el contraste entre nacionalismo que había sido cultivado en los movimientos independentistas y el apoyo de militantes extranjeros que mantenían sus propios intereses políticos.

Esto podía resultar bastante curioso, dado que ambos bandos recibían apoyo de aliados extranjeros con diferencias raciales bien marcadas, aunque esto era ignorado siempre y cuando respaldasen su asunción al poder.

Sin embargo, al momento de enfrentarse en batalla con militantes extranjeros, la indignación ante dicha intervención en un conflicto interno crecía y radicalizaba los ideales que mantenían viva la guerra.

Los Quiebres a los Períodos de Paz

En momentos puntuales de este conflicto se consiguieron acuerdos de paz y aparentes ceses a la guerra, existiendo dos períodos específicos bien delimitados, uno en 1992 y otro en 1994.

El primero, ocurrió tras unas elecciones realizadas que dieron victoria al MPLA y lo ratificaron nuevamente como líder político de Angola.

No obstante, el líder político y candidato presidencial del partido de la UNITA desconoció los resultados obtenidos, llamando a retomar los conflictos armados y reanudando así la guerra civil.

Dos años más tarde, en 1994, y ante la constante pérdida territorial de la UNITA, se llevaron a cabo los Acuerdos de Lusaka para declarar el cese del conflicto bélico.

Pero el descontento de quienes eran representados por este partido político no admitían que la guerra en la que tanta sangre se había derramado terminase por nada, por lo que se mantuvieron las rebeliones en las guerrillas y se reanudó la contienda.

La imposibilidad de alcanzar la paz llevó a la ONU a desplegar 7000 soldados cascos azules entre 1996 y 1997, los cuales (incapaces de hacer una diferencia significativa y muriendo en vano) fueron retirados en 1999.

 

Consecuencias de la Guerra Civil de Angola

Los años en guerra ciertamente no pasaron en vano, y la derrota definitiva de la UNITA en el 2002 trajo consecuencias significativas para Angola, tanto a nivel político como social. Entre ellas, las más resaltantes son las siguientes:

Miles de Muertes y una Generación Perdida

Entre los civiles y autoridades portuguesas, los bandos armados de los respectivos grupos políticos, los soldados extranjeros y otros cuerpos (como los cascos azules) que intervinieron en la guerra civil, el saldo de muertes supera a las 500 mil personas.

Dicha cifra sitúa a este conflicto al nivel de una guerra internacional, sin contar los cuatro millones de refugiados y las constantes migraciones a los países vecinos que resultaron de la misma.

Pero el problema en cuanto a esto no es solo el número de muertes, sino la dificultad que representaría surgir nuevamente como nación a partir de quienes habían quedado vivos, manchados por las consecuencias de la guerra.

En este sentido, más de 3000 niños todavía poseían armas de asalto entre 2002 y 2006, con el descubrimiento de otros diez mil más en el año 2010, que todavía pertenecían a las guerrillas.

De esta forma, la Guerra Civil de Angola habría marcado en los jóvenes una cultura de violencia de la que difícilmente se recuperarán en un futuro remoto.

Estragos de la Guerra en Angola

Como cualquier otra guerra, una de las principales consecuencias resultantes se vio reflejada en sus daños a la economía y a su territorio en sí mismo.

En primer lugar, la Guerra Civil de Angola había dejado un mercado comercial prácticamente desolado, con la migración de la principal parte de los profesionales o personal calificado a los países vecinos.

Esto ha llevado al gobierno angoleño actual a olvidarse de sus antiguas ideas nacionalistas y apostar por la inversión extranjera, intentando renovar las infraestructuras y recuperar previos acuerdos internacionales.

El único medio de ingresos que queda es la explotación de los suelos para aprovechar sus riquezas naturales, tanto en oro como en diamantes, pero considerando que numerosos actos de corrupción han impedido que este motor económico se desarrolle.

Esto último (que mantiene una supremacía de clases en donde unos pocos se benefician de las riquezas del país) impide que los antiguos profesionales que abandonaron su país por la guerra regresen para la reconstrucción de Angola.

Resentimiento entre los Soldados UNITA y MPLA

Muchos políticos consideran que, si bien la guerra civil ha quedado oficialmente terminada, no se necesita mucho para que despierte una segunda versión de la misma.

Esto debido a que la ideología radical en los cuerpos de guerrilla de UNITA y el recuerdo de una dolorosa derrota en la que cientos de miles de vida se perdieron en vano, se encuentra más vivo que nunca.

Por tanto, y a pesar de los intentos del gobierno de desarmar las guerrillas, sería solo cuestión de tiempo hasta esperar que se quiebre nuevamente la paz y el conflicto se reanude.

Tierra Árida y Minada

Uno de los principales impedimentos de Angola para resurgir como nación está en su incapacidad para desarrollar la agricultura debido a la condición en que la tierra, antes fértil, quedó posterior a la guerra.

A esto se le suma un problema que ellos mismos se crearon durante la guerra: el escondite de minas explosivas en los terrenos abiertos.

En la actualidad, la cantidad de minas detectadas y correctamente retiradas en todo el territorio de Angola supera una cifra de noventa mil, entre un total de 800 campos despejados.

Sin embargo, las zonas rurales menos accesibles continúan plagadas de ellas, siendo una amenaza constante para los angoleños y dando como resultado la necesidad de desplazarse y habitar en las zonas urbanas, aumentando la densidad de población.

Hasta que las condiciones de vida estén completamente aseguradas para los angoleños, así como el renacimiento de la agricultura en su territorio, difícilmente puedan volver a convertirse en una nación próspera.

Esto hace que la profundidad del conflicto que dio origen a la Guerra Civil de Angola sea todavía mayor al que se cree, alejando la posibilidad de una solución definitiva en el corto o mediano plazo.

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