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Pocos momentos en la historia de la humanidad han tenido tanta importancia para el desarrollo tecnológico, artístico, social y cultural como lo tuvo el Renacimiento.

Se destaca debido a que, tras un largo período de oscurantismo intelectual, se despertó un potencial humano a quienes en la actualidad les rendimos tributo.

Sin embargo, para que comprendamos en mayor medida los aspectos que rodean al Renacimiento, es necesario además que conozcamos sus principales características.

Es por ello que he preparado para ti las 10 principales características que debes conocer para entender la importancia histórica del Renacimiento. ¡No te las pierdas!

1. Interés en la Obtención de Nuevos Conocimientos

El hombre se interesó por comprender el mundo que lo rodeaba a partir de sus sentidos, dando lugar al Empirismo como corriente científica.

Su herramienta central era la observación y la experimentación, en donde a partir del ensayo y el error se avanzaba en la búsqueda del conocimiento de la naturaleza.

Como consecuencia de esto, se lograron grandes avances en física, química, matemática, astronomía, geografía y muchas otras ramas de la ciencia.

Y a pesar de los intentos de la Iglesia por frenar esos avances, los estudios prosperaron y sirvieron para el futuro desarrollo en los siglos posteriores.

2. El Hombre como Centro del Universo

En contraposición con el período previo, donde lo primordial era conocer la esencia de Dios y acercarse a lo que dictaba su voluntad, durante el Renacimiento casi cualquier forma de expresión (artística o científica) se enfocaba en el hombre.

Esto no implicó un abandono de las creencias cristianas, pero sí un cambio de perspectiva; no se buscaba comprender la divinidad de Dios, sino al hombre en relación con él y consigo mismo.

El culto al hombre se hizo notar principalmente en expresiones artísticas como la pintura y la escultura, pero también en la creación de obras literarias que todavía hoy son apreciadas.

3. Revalorización Humana

Durante el reinado del clero, la cultura le daba mayor importancia al culto espiritual que al resto de los aspectos comprendidos en la vida.

No fue hasta la revolución que produjo el Renacimiento, que la satisfacción de los placeres carnales volvió a ser prioritaria a la devoción cristiana.

Esta característica le devolvió a la sociedad esa dignidad humana que había perdido, librándola de la culpa existente en satisfacer sus deseos propios como individuos.

Esto además trajo como consecuencia la participación activa de los pobladores en eventos de la vida pública, generalmente relacionados con la moral, la política, la acción social e incluso cívica militar del Estado.

Como resultado, el hombre renacentista es la suma de sus valores sociales, sus conocimientos y las habilidades que desempeñe en función de sus intereses.

4. La Religión como Organismo Activo-Pasivo

En la época de Las Cruzadas, la creencia en las palabras de la Biblia y las normas impuestas por la Iglesia eran, más que un derecho, una norma.

Sin embargo, a lo largo del Renacimiento ocurrieron sucesos que marcaron un antes y un después en la religión.

A partir del Descubrimiento de América, la teoría heliocéntrica de Copérnico y el telescopio de Galileo Galilei, el control absoluto que antes poseía el clero fue notablemente disminuido.

Como consecuencia, si bien la religión ejercía cierto grado de influencia en las distintas formas de expresión (principalmente en pintura y escultura), ya el tributo a Dios no era el punto central de las obras.

5. Crecimiento Económico

El Renacimiento fue una época de alto bienestar para la burguesía, pues con la implementación de un modelo pionero del capitalismo, se podía apreciar un amplio crecimiento económico en las clases altas.

El poder económico de las clases altas, así como la autoridad que ejercían en la sociedad, causó la desintegración del concepto de terratenientes feudales.

Las familias más poderosas manejaban enormes sumas de dinero, pero además, otorgaban préstamos tanto a inversionistas como a artistas con un bajo margen de intereses.

Como resultado, el mercado laboral era extenso y albergaba oportunidades de empleo a todos los habitantes, haciendo del Renacimiento un tiempo de prosperidad económica.

6. Fundación de los Primeros Bancos

Gracias a la alta actividad económica y movimiento en el mercado, se diseñaron y pusieron en marcho las primeras instituciones bancarias de la historia, que inician en la Italia del Norte.

Además de albergar el dinero de los usuarios, introdujeron conceptos como las Letras de Cambio, las cuales te permitían depositar el dinero en una institución y retirarlo en otra ubicada en un país distinto.

El auge bancario durante el Renacimiento trajo como beneficio la importación de productos de Oriente, el crecimiento de la productividad comercial y el manejo de términos bancarios (como caja, cuenta, monto neto, etc.) que todavía usamos.

7. El Arte en su Punto más Alto

Sin lugar a dudas, el hecho más representativo del Renacimiento, tal y como lo conocemos, es haber sido la cuna de la mayor cantidad de expresiones artísticas de calidad de las que el mundo haya sido testigo.

En la literatura, algunos autores como Maquiavelo, Shakespeare, Dante, Petrarca y Boccaccio son todavía considerados maestros de las letras en la actualidad.

En pintura, nombres como los de Da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano, Giovani y Caravaggio figuran en los principales museos y catedrales del mundo.

Y finalmente en esculturas, las figuras hechas de la mano de Miguel Ángel (de nuevo), Donatello, Rodin, Bernini y Giacometti continúan siendo un punto de referencia para los artistas modernos.

8. Valoración a los Filósofos Griegos

Durante el Renacimiento existe una constante búsqueda del ideal de la belleza como punto máximo de la perfección, ligada a la que describían los antiguos griegos.

Estos, junto con otros de sus sofismos, eran tomados como inspiración y colocados como objeto central durante la creación de distintas formas de expresión artísticas.

9. Exploración de Nuevas Tierras

El Renacimiento es todavía considerado por algunos autores como la “Era de los Descubrimientos”.

Por un lado, están los nuevos trazados y rutas marinas diseñadas por Marcos Polo hacia el mundo oriental, los cuales significaron una nueva forma de comercializar productos como la seda.

Mientras que por el otro, está el descubrimiento del nuevo continente realizado por Colón, en los que llegó en primer lugar a las Bahamas y, posteriormente, al resto de América.

Ambos casos significaron un verdadero impacto en cuanto a la forma en la que se comprendía la geografía, la cual fue entonces mejor aprovechada.

10. Nuevos Inventos

Y por si fuera poco, el Renacimiento también significó una época donde la innovación era el medio constante para facilitar las tareas cotidianas.

Si se habla de inventos revolucionarios, ningún otro (con excepción del telescopio) podría superar a lo que produjo la imprenta y su importancia en la actualidad, puesto que fue la técnica principal para la difusión de información.

Dentro de los inventos bélicos, destaca la escopeta de pólvora como la nueva arma principal entre los soldados.

De igual manera, resaltan otros artefactos tales como el planeador, el reloj de vidrio, el paracaídas, etc.

Existen muchas otras características de relevancia, que hicieron del Renacimiento un movimiento cultural de tanta magnitud como lo conocemos. Sin embargo, estas 10 características consiguen sintetizar sus aspectos más relevantes.

¿Conocías antes estas características? ¡Comparte con el resto qué más sabes acerca del Renacimiento en los comentarios!

Ver También:

• Top 10 Pinturas del Renacimiento Que Tienes Que Conocer Alguna Vez En Tu Vida
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¿Sabías que las costumbres renacentistas no estaban orientadas a la barbarie? Por el contrario, el resplandor intelectual del hombre llegó a brillar con más fuerza en este período, pues sus tradiciones giraban en torno al culto de la inteligencia.

Las tradiciones europeas, la atracción por lo antiguo y el auge del arte en sus diferentes formas de expresión formaron parte de las costumbres que constituían el estilo de vida del hombre renacentista.

Para conocer más acerca de este punto y cómo influyó en otros aspectos, no dejes de leer las costumbres características del Renacimiento, clasificadas en cinco categorías, que te presento a continuación.

1. Los Modales

Esto guarda relación con el sistema de valores y creencias que rigen a una persona, los cuales le indican qué es adecuado (o normal) y qué no.

La muestra excesiva de afecto entre dos o más personas en público era mal vista (lo máximo aceptado era un fuerte abrazo, pero que no generase mucho alboroto).

De resto, utilizaban formas de comunicación específicas para el saludo, principalmente el apretón de mano derecha entre caballeros y la reverencia corta con las damas.

De igual forma, cuando dos mujeres guardaban ya cierto grado de confidencia, se saludaban con dos gestos de beso (sin hacer contacto con la piel) en cada mejilla.

Otro aspecto de interés en cuanto a esta categoría, es que previo al Renacimiento no existían como tal los modales en la mesa. De hecho, se puede decir que la forma en la que comemos en la mesa nace de esta época.

En la Edad Media, los platos individuales no existían. Fue a partir del Renacimiento que se fue introduciendo el concepto etiqueta a la hora de comer, el cual se fue refinando con el transcurso de los siglos hasta la actualidad.

2. Vestimenta

Tal y como se observa en los cuadros o murales artísticos, la vestimenta fue también un factor influenciado por parte del Renacimiento como movimiento cultural.

En los caballeros, la vestimenta se caracterizaba por destacar su virilidad y sus rasgos más masculinos, a partir trajes anchos con mangas largas y gruesas.

Como resultado, eran dotados de una apariencia más fornida y musculosa (aunque en realidad no fuera el caso).

Resaltaba la inclusión de diseños geométricos, con triángulos, cuadrados, rallas y parches en la vestimenta.

Además, los colores eran reservados para actividades específicas; por ejemplo, el rojo era utilizado para paseos rurales, mientras que el morado o violeta para eventos reales.

En cuanto a las damas, se solía utilizar una vestimenta más básica, como camisa, manga larga y blanca de lino, con un vestido de cintura alta de un color vivo.

Apareció el tassel, el cual era un trozo de tejido rígido cuya función era tapar el busto, al igual que surgió el escote en forma de V.

Y en ambos casos, los materiales predilectos para la elaboración del guardarropa consistían en lana (en invierno), algodón (en vestimentas específicas) y seda (en la mayoría de los casos).

3. Matrimonio

A diferencia de los matrimonios en la actualidad, las alianzas entre un hombre y una mujer eran generalmente decididas por los padres de las respectivas familias.

Para llegar a estos acuerdos, el estatuto de clase y la jerarquía de la familia en la sociedad eran muy tomadas en cuenta, e incluso podían cancelar un matrimonio ya pactado por la pareja.

Una vez consumado el matrimonio, los hábitos en el hogar tenían una fuerte influencia patriarcal. Es decir, la autoridad en el hogar la llevaba la figura masculina.

El caballero era el proveedor de la estabilidad en el hogar, mientras que la dama se encargaba de los cuidados de dicha estabilidad y la crianza de los hijos, siempre sumisa a las órdenes del esposo.

De hecho, se creía que la mujer había cumplido con su misión en el matrimonio únicamente cuando daba a luz al primogénito varón.

Por otro lado, era mal visto que el caballero permaneciera soltero. Si enviudaba, al poco tiempo se le era forzado a escoger a otra dama para contraer un nuevo matrimonio.

4. El Hogar

Las casas en el Renacimiento decían mucho del estatus social con el que contaba una familia, por lo que ponían bastante esfuerzo en resaltar entre el resto.

Comúnmente contaban con dos pisos, pero si la familia era de la alta sociedad podía llegar a contar con un tercer piso. Menos que esto era considerado mal visto.

El salón principal era el elemento más importante de la casa, pues servía como recepción para los invitados. Luego estaba el jardín central, espacio utilizado para celebraciones y a la vez era el adorno principal del hogar.

Al ser la casa el emblema de la familia, era tradicional verlas en constantes remodelaciones y adaptaciones a las nuevas tendencias y, al ser heredadas de una generación a otra, la venta de una de estas podía dictar la ruina o la deshonra del apellido de la familia.

Otro hecho característico de las casas renacentistas eran los métodos de limpieza, donde contrataban diferentes amas de servicio que, al final de su jornada, tiraban los desechos resultantes a través de la ventana.

5. Interés por los Clásicos

Como ya te había mencionado, el culto a la intelectualidad era la piedra angular del Renacimiento como movimiento. Por tanto, era de esperarse que la instrucción de los clásicos literarios fuera una prioridad.

Tanto en las clases bajas como en la aristocracia, se estudiaban los ideales de Platón y los libros escritos en latín.

En el caso de la alta sociedad, se formaban círculos de discusión literaria, donde se conversaba acerca de los antiguos filósofos, y estaba prohibido hablar en otra lengua que no fuese el griego.

Mientras que en las clases bajas, el conocimiento de la literatura clásica era una herramienta fundamental en las aspiraciones para ascender dentro del estatuto social.

La literatura era utilizada como fuente de inspiración de los artistas renacentistas para nuevas obras literarias, pinturas e incluso diseños arquitectónicos.

De esta forma, se componen las principales costumbres que hacían del caballero y dama renacentista lo que hoy conocemos, y que marcó el rumbo de los valores que manejamos en la actualidad.

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Ver También:

• Las 10 Principales Características del Renacimiento
• ¿Cómo Era La Jerarquía de Clases Sociales Durante el Renacimiento?
• 20 Características Del Renacimiento En El Arte