La Primera Revolución Industrial: Características, Causas Y Consecuencias

La Revolución Industrial fue un período en la historia donde se observó un cambio radical en la forma de vida de la población, debido al desarrollo tecnológico, científico y social que se presentó y que le dio la cara al mundo como hoy lo conocemos.

En esta época se transformaron las técnicas productivas tradicionales, donde el trabajo manual y la fuerza bruta de animales se sustituyeron por maquinaria. Las primeras industrias afectadas fueron la textil, la metalúrgica y el transporte.

Orígenes y Causas de la Primera Revolución Industrial

La primera Revolución Industrial se llevó a cabo en la Gran Bretaña, en una etapa de paz en la cual el país buscaba recuperarse de los conflictos bélicos que había sufrido por mucho tiempo.

Fue un período donde se buscó intensificar activamente el movimiento mercantil y el de comercio.

El sistema político de Inglaterra ayudó bastante a esta meta. Aunque los ingleses estaban regidos por una monarquía, esta era liberal y permitió que el país se mantuviera lejos de cualquier conflicto o revolución.

A la Gran Bretaña le urgía encontrar maneras de volver su industria más productiva y con menor requerimiento de mano de obra.

La falta de obreros era uno de sus principales problemas debido al tamaño de su población, que no se comparaba a la de su principal competidor comercial: Francia.

Por esta razón, se abolió el feudalismo y la servidumbre que consistía en un contrato social y jurídico que obligaba a un individuo, generalmente un campesino, a laborar para un señor feudal.

Esta situación en nada ayudaba a la modernización, ya que la gente no podía trabajar en la industria o variar las prácticas obsoletas que se llevaban a cabo en el campo. Pero, al liberar a los siervos, las modificaciones no tardaron en llegar.

Se empezó a observar una modernización en la agricultura al introducir la técnica de rotación cuatrienal, maquinarias para arar la tierra más eficientes y modernas, además de medidas como el cierre de cultivos que impulsaron la productividad del país.

Estas técnicas requerían menor número de agricultores, de modo que varios campesinos se trasladaron a las ciudades para trabajar en la industria.

La abolición de los feudos llevó eventualmente a la Revolución Burguesa del siglo XVII que fue la apropiación forzada de las tierras de los agricultores.

Este hecho provocó que el comercio y capitales se incrementaran y que el valor de las colonias disminuyera.

Ahora la burguesía tenía el capital suficiente para destinarlo a la adquisición de materia prima, invertir en la maquinaria que requerían sus fábricas y contratar la cantidad de obreros necesarios para su manejo.

Ya entrado el siglo XVII el cambio era notorio. La mayoría de los feudos habían sido cambiados por empresas manufactureras. Entre ellas se destacó la textil, que precisamente fue la que marcó el principio de la renovación.

Características de la Primera Revolución Industrial

La principal característica es la mecanización de la industria; es decir, la modificación de los procesos de fabricación simple, usualmente manual, a otros más complejos.

Se empezó a utilizar maquinaria sofisticada para la época que disminuía el número de obreros, acelerando la producción de mercancía.

Dicho avance trajo como resultado el cambio de una vida rural a un mundo completamente industrializado.

Se desarrollaron importantes inventos, entre los que se destacó la máquina de vapor de Watt. Eventualmente, surgirían el ferrocarril y el barco impulsados por este tipo de motor.

En resumen, las principales características de la Revolución Industrial fueron:

  1. Se mecanizó la industria y la agricultura.
  2. Se empezaron a usar motores.
  3. Se instauró el sistema fabril (Factory System), una nueva organización de producción.
  4. Se desarrolló el transporte y la comunicación.
  5. Los capitales crecieron y formaron un sistema capitalista.

Principales cambios de la Primera Revolución Industrial

Las innovaciones que se presentaron en la industria permitieron un notable desarrollo en Europa en el siglo XIX. El uso de los diversos tipos de maquinaria mejoró los procesos y la productividad en general.

La habilidad de modificar la capacidad de expansión del agua a movimiento se utilizó por vez primera en una fábrica textil en Manchester, a principios del siglo XIX, impulsando a esta industria como nunca antes.

La metalurgia enfrentó cambios importantes debido a la inmensa demanda a la que estaba sujeta. Se requería metal con el fin de producir armamento, locomotoras, planchas para barcos, rieles, motores de vapor, etcétera.

Se descubrió una aleación del hierro y carbono que lo hacía más barato y resistente, el cual se utiliza como materia prima hasta nuestros días: el acero.

La industria química se vio en la necesidad de crear sustancias artificiales como el cloro, la sosa cáustica, el ácido sulfúrico y las primeras fibras sintéticas, para poder continuar con la producción masiva y enfrentar los requerimientos mercantiles que surgieron.

La necesidad de producir cada vez más producto terminado, literalmente, forzó el proceso técnico y la aparición de máquinas que remplazarán la operación manual, además de incrementar la rapidez y de reducir el rango de error en todos los rubros.

La máquina a vapor

James Watt inventó la máquina de vapor, la cual trajo increíbles avances técnicos y sociales. Por primera vez se contó con una manera efectiva de trasladar grandes cargamentos por tierra gracias a la locomotora.

Este motor provocó la revolución del transporte del siglo XIX. En 1807 se introdujo el primer barco de vapor y en 1825 se construyó el ferrocarril, acortando las distancias y los costos de transportación.

Aunque al principio solo se utilizaron como transporte de carga, eventualmente las personas tuvieron una forma rápida, barata y segura de viajar. La alta demanda de dichos servicios tuvo como resultado mayores avances en el ramo.

Otros usos que se le dieron al vapor fue en las fábricas. Se desarrolló maquinaria como la Spinning Jenny, una tejedora que disminuyó el número de operadores hasta en ocho veces y aumentó la producción en la misma proporción.

Lee nuestra guía sobre las 10 causas principales de la Revolución Industrial

 Principales inventos de la Primera Revolución Industrial

  1. El inventó más significativo fue la máquina de vapor que otorgó fuerza mecánica a la industria manufacturera, aumentando la producción y favoreciendo el transporte.
  2. La máquina de tejer y de hilar hidráulica dieron paso a la mecánica y automática que han mejorado la industria textil.
  3. El procedimiento del hierro fundido, ideado por Henry Cart en 1784, y la laminadora que permitió fabricar chapas de este metal en 1886.
  4. La integración de máquinas de vapor en barcos y en ferrocarriles.
  5. El primer cable submarino de comunicación tendido en el Canal de la Mancha en 1851, junto con uno más grande en el Océano Pacífico permitieron el paso de información directa de Inglaterra a Francia y de Europa a América, respectivamente.

¿Cuáles fueron las consecuencias de la Primera Revolución Industrial?

La Revolución Industrial fue la causa de un cambio fundamental en la vida como se le conocía.

La mecanización de la agricultura y la concentración de la población de las zonas industriales fueron las principales razones de que desencadenaran una avalancha de modificaciones.

Aunque no debemos olvidar que la Revolución industrial también causó un cambio social. La población aumentó considerablemente en poco tiempo, al mejorar las condiciones de vida.

La tasa de mortalidad disminuyó significativamente al igual que el número de nacimientos se incrementó. Las principales consecuencias fueron:

1. El crecimiento comercial de las ciudades

La Revolución Agrícola generada por los avances tecnológicos dejaron a una gran cantidad de agricultores sin trabajo. Esto provocó un éxodo de la población rural hacia las ciudades, para empezar una labor que tuvo un enorme incremento: el comercio.

Los talleres artesanales que se habían utilizado hasta ese momento solo tenían la capacidad de satisfacer sus propias necesidades.

Con la introducción de la tecnología se sobrepasó la producción que requerían para el autoconsumo, lo que abrió la posibilidad a las transacciones.

Empezaron a vender sus productos y contrataron personas que pudieran lograr este objetivo en específico, lo que creó la actividad comercial.

2. El crecimiento demográfico

La población empezó a crecer, ya que las condiciones mejoraron de manera notable. Por primera vez, Inglaterra tenía un exceso de comida y esta redujo sus costos, permitiendo mayor estabilidad económica en los hogares.

El sistema de alcantarillado fue creado y así se mejoraron las condiciones sanitarias de la población. Las duchas y baños —que hasta ese momento solo eran parte de las clases altas— se popularizaron y se introdujo el jabón a la rutina diaria.

La tecnología también afectó el campo de la salud. Se introdujeron las vacunas y se descartaron las epidemias que esporádicamente mermaban la población.

Estas mejoras en higiene y en la calidad de vida trajeron como resultado un menor índice de mortandad y la expectativa de supervivencia aumentó significativamente. El bienestar trajo un incremento de la natalidad muy importante.

3. La labor en las fábricas y los problemas sociales

Todos estos cambios modificaron íntimamente la estructura social que estaba vigente desde la época medieval.

La migración masiva a las ciudades hizo que la gente se desvinculara del campo. Algunos campesinos encontraron trabajo como jornaleros y su salario mejoró de forma significativa.

Proletarios y empresarios

La mayoría de los agricultores se trasladó a fábricas para convertirse en obreros, formando una nueva clase trabajadora a la que se denominó proletariado.

Por otro lado, no fue la única clase que surgió. A los capitalistas que invertían en la materia prima, maquinaria y mano de obra se les denominó empresarios.

Al inicio, las condiciones de trabajo impuestas por los empresarios fueron muy duras. No incrementaban los salarios y no ofrecían seguridad para sus empleados.

En algunas fábricas, las jornadas superaban las 15 horas de trabajo sin descanso y no se cumplían los períodos vacacionales; en otras industrias empleaban a menores sin distinción por su edad.

Movimientos obreros

Las pésimas condiciones de trabajo eventualmente llevaron a conflictos entre los obreros y empresarios. Las primeras demostraciones de dicho fenómeno fueron la destrucción de maquinarias y otras instalaciones dentro de las fábricas.

Con el tiempo, los obreros se organizaron y surgieron los primeros sindicatos laborales.

El sindicalismo

Los obreros adquieren el derecho de asociación y en 1824 fueron creados los primeros centros de formación profesional y ayuda mutua en Inglaterra.

Casi una década después, los obreros británicos se organizan en sindicatos locales y por oficio, cuya principal función era luchar por mejores condiciones de vida y de trabajo.

 

Las mejoras en el ámbito laboral, el aumento de la calidad de vida y la mecanización de nuestra existencia son solo unos de los primeros obsequios que la Primera Revolución Industrial le regaló a la humanidad.

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