Las Top 40 Mejores Obras Más Representativas del Renacimiento

El Renacimiento fue un movimiento cultural que inició en Italia a mediados del siglo XIV. Surgió de un proceso de revisión por parte de los pensadores en intelectuales de la época, que veían bastante atrasada la cultura de la sociedad para ese momento.

Estos pensadores iniciaron un trabajo de revisión y estudio de la cultura griega clásica, muy mal estudiada y comprendida hasta entonces, y comenzaron a insertar en sus obras algunos elementos de su arte y filosofía.

Del Renacimiento surgen las grandes obras artísticas que hoy conocemos como la “Mona Lisa” de Da Vinci o el “David” de Miguel Ángel.

Veamos a continuación 40 de las obras más representativas del período renacentista.

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Obras del Renacimiento

1. Tabla con el Descendimiento

Por: Fray Angélico. Siglo XV

Fray Angélico nace en el año 1387, en un pueblo cercano a Florencia. Esta es la ciudad donde se gesta el movimiento artístico y donde el Renacimiento producirá a varios de sus mejores representantes.

“El Descendimiento” muestra el momento en que Jesús es bajado de la cruz. Esta obra fue compuesta para el convento de San Marcos, en Florencia.

Fray Angélico, monje devoto, pinta considerando que su arte es inspirados por Dios. Con gran visión religiosa incorpora en sus obras una infusión de luz y los elementos aportan un vivo acercamiento a la realidad.

2. Jesús Peregrino

Por: Fray Angélico. Siglo XV

Fray Angélico pinta en un periodo (el Quatrocento). Todo el siglo XV es un camino hacia lo que sería luego el gran apogeo del Renacimiento del siglo XVI. Se van abandonando las formas oscuras y planas, ingresa la luz y la fisonomía humana es mejor evocada.

Esto lo hace también Fray Angélico, quien esboza en sus pinturas la belleza de la naturaleza y los pueblos vecinos para acompañar escenas donde los protagonistas son los santos.

En esta obra, vemos a Jesús como un caminante peregrino, siendo recibido y acogido muy amablemente por los monjes de la orden de los dominicos. Esta obra fue pintada para el convento de San Marcos, en Florencia.

3. Adoración de los Magos

Por: Fray Angélico. Siglo XV

De la obra de Fray Angélico destacan sus rostros serenos y circunspectos, sumidos en la espiritualidad. “La Adoración de los Magos” corresponde a un políptico credo en el Convento de San Marcos y que contiene diferentes escenas de la vida de Jesús

4. Nacimiento de Venus

Por: Sandro Botticelli. Florencia. Siglo XV

 

 

Gran parte de las obras renacentista de Italia tienen lugar en Florencia, región donde grande personajes adinerados y de gustos refinados contratan a los pintores para ser retratados y a su vez para decorar sus espacios.

Entre estos pintores destaca Botticelli, quien retratará a Simonetta Vespucci, amante de Juliano de Médicis, como una Venus provocativa y a su vez inocente, quien se cubre con su cabellera dorada las partes íntimas mientras muestra el resto de su esplendor.

En esta obra Venus surge del mar en una concha marina para saltar a la tierra, con mirada dulce y gesto sensual.

5. La Anunciación

Por: Sandro Botticelli. Siglo XV

Las pinturas de Botticelli forman parte del período cuatrocentista del Renacimiento.

Si bien Botticelli pintaba guiado por esos nuevos aires de libertad del Renacimiento, de gozo de la vida sin complicaciones religiosas, con damas desnudas y sensuales y obras un tanto profanas, luego cambia hacia las obras religiosas.

Botticelli comprende que sus propias obras se oponen en cierto modo a la fe que él mismo profesa, y aunque ya había realizado algunas obras religiosas por encargo, comienza a trabajar profundamente en sus obras el espíritu religioso.

Esto sucedió al ver cómo el impacto de las manifestaciones paganas en el arte generan fuertes disputas y condenas tanto a nivel político como religioso.

De allí, la Anunciación, donde vemos al Ángel presentarse ante María para anunciar el nacimiento del Niño Dios.

No obstante su esfuerzo, las Madonnas de Botticelli seguirán conservando ese aire de doncellas refinadas y  sensuales, un rasgo de este artista, quien no logrará, con su esfuerzo, plasmarlas como Fray Angélico, con toda su espiritualidad y sencillez.

6. Santo Entierro

Por: Sandro Botticelli. Siglo XV

En esta obra vemos el entierro de Cristo, una escena combinada entre el dolor de la Virgen y el amor de María Magdalena y el pesar de los apóstoles. En este punto podría decirse que sus figuras parecen ser víctimas de una emotividad un poco exagerada.

7. El Crucificado con la Virgen y Santos

Por: Pedro Vanucci. El Perugino. Siglo XV

Nacido en Cittá della Piave cerca de Perugia en 1446, conocido como el Perugino.

Pedro Vanucci destacaría por varias de sus obras y por su estilo fino y delicado. Uno de sus frescos más famosos es el de la Crucifixión, en la capilla del convento de Santa María Magdalena de Pazzi, ubicado en la ciudad de Florencia.

El Perugino destaca por la sobriedad de sus santos, las expresiones de sus rostros, sus ropajes con tonos siempre suaves y la mezcla de los colores del atardecer de su región.

8. La Virgen de las Rosas

Por: Leonardo Da Vinci. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Leonardo Da Vinci es un genio de la pintura, la escultura, las letras, la mecánica, la música y otras áreas diversas que le permitían expresar su inteligencia y capacidades. Nació en Italia en 1452, cerca de Florencia.

Toda su obra es representativa del Renacimiento italiano, pero es en sus pinturas donde destacan aún más sus grandes dotes artísticas.

Su capacidad para crear y recrear cada detalle, estudiando detenidamente las formas, la anatomía, las características de la naturaleza y las personas.

La Virgen de las Rocas es una de sus primeras obras y ya en ella se evidencia su capacidad de detalle para plasmar el paisaje y a su vez integrar en él la dulzura y pureza de la Virgen, sentada junto al niño Jesús y su pequeño primo Juan, acompañados por un ángel.

9. El Cenáculo

Por: Leonardo Da Vinci. Siglo: XVI

 

 

 

 

Comúnmente conocido como el cuadro de la Última Cena.

Da Vinci retrata magistralmente la cena de Pascua que Jesucristo compartiera con los apóstoles antes de su crucifixión. Es su segunda obra realizada en Milán y en un fresco realizado en el convento Santa María de las Gracias.

No se sabe cuánto tiempo llevó a Leonardo realizar esta obra, se cuenta que pasaba días frente al fresco sin mover un pincel, ideando y visualizando cómo serían los rostros y las formas. El rostro que más se le dificultó fue el de Jesús.

El fresco detalla una sala y una mesa donde alrededor se encuentran los apóstoles. Jesús inclina la cabeza como si perdonara con antelación a Judas. Sobre el Hijo de Dios recae toda la luz que entra por la ventana central de la pared del fondo.

10. La Anunciación

Por: Leonardo Da Vinci. Siglo XVI

La escena de la anunciación por el Ángel a la Virgen María ha sido retratada muchas veces. En esta oportunidad la Virgen aparece sentada como revisando un texto sagrado, mientras el Ángel (frente a ella) se inclina en reverencia.

11. La Gioconda o Mona Lisa

Por: Leonardo Da Vinci. Siglo XVI

 

Es el retrato de la esposa de Francisco del Giocondo contratado por Da Vinci para pintarla.

Esta obra tomó cuatro años de trabajo y nunca fue concluida. Se cuenta que para crearla, Leonardo hacía rodear a la Gioconda de música que le hiciesen estar tranquila y alegre para poder obtener de ella ese rostro sereno y calmo que se observa.

La obra muestra a una dama serena, sentada y tras ella un paisaje vivo que parece abrazarla. Esta pintura ha resultado una de las más enigmáticas del pintor, pues parece contraponerse la mirada de la dama con su sonrisa.

12. La Transfiguración

Por: Rafael. Siglo XVI

 

Rafael es uno de los más reconocidos representantes del Renacimiento italiano. Formado en la escuela del Perugio, donde aprendió cierto estilo que luego superaría introduciendo elementos más modernos a sus pinturas.

En la obra de “La Transfiguración” (no culminada, pues falleció mientras trabaja en ella) se ve con gran maestría la escena en la que Jesús se trasfigura, y solo Pedor, Elías, Moisés y Juan están presentes.

Más abajo, en la misma pintura, la curación milagrosa de un endemoniado que ocurriera en el mismo instante de la transfiguración. La obra de Rafael fue larga, pintó a la Virgen de diferentes modos y participó también en varias pinturas en el Vaticano.

13. Madonna Sixtina

Por: Rafael. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Creada entre los años 1513 y 1514, se ubica en la fase central del trabajo de Rafael. Esta obra, solicitada por el papa Julio II, es en honor a su difunto tío Sixto IV.

14. Estancias de Rafael. Palacio Vaticano

Por: Rafael. Siglo XVI

En el año 1508, Rafael fue de Florencia (donde residía) a Roma, llamado por el papa Julio II para decorar las estancias donde pensaba colocar su habitación. Fueron tres las estancias pintadas magistralmente por este artista.

En varios frescos, Rafael deja ver su capacidad de interpretación y composición al colocar juntos a los grandes pensadores de la Grecia Antigua, quienes por mucho estudiar no encontraban la paz que solo podía provenir del cielo.

Las estancias están comprendidas por los frescos: Escuela de Atenas y la Discípula del Santísimo Sacramento; la escena del Parnaso y el grupo de juristas de la Jurisprudencia; el incendio del Borgo, no culminada por Rafael sino por sus discípulos.

La idea de estas estancias era condensar todo el conocimiento natural, las ciencias, las artes y la teología en un solo lugar bajo la protección de la Iglesia.

15. La Capilla Sixtina

Por: Miguel Ángel. Siglo XVI

 

Miguel Ángel no quería pintar, era más bien un escultor. No obstante tuvo su acercamiento a la pintura y en él tuvo marcada influencia de Lucas Signorelli.

Miguel Ángel fue llamado a pintar la bóveda de la Capilla Sixtina del Vaticano, mientras Rafael trabajaba en sus estancias, en el palacio también. Miguel no quería asumir la empresa y tras varias discusiones terminó aceptando más por obligación que por gusto.

En la Bóveda vemos cómo Miguel Ángel subdividió el área, creando arcos figurados y cornisas en perspectivas que le permitieron cuadricular la bóveda.

En cada segmentó dibujó escenas bíblicas desde la creación del mundo, el Edén, el pecado y la expulsión del paraíso, algunos profetas y otras escenas.

Cuatro años demoró Miguel Ángel en la culminación de esta obra, que con gran dificultad realizó prácticamente acostado sobre los andamios de cara el techo. Esta pintura es hoy considerada una de las más grandes.

Esta obra fue revelada al público en el Día de todos los Santos, del año 1512. El papa Julio II celebró la misa ese día en la capilla.

16. Medallón de la Sagrada Familia o “Madonna Doni”

Por: Miguel Ángel. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una de las Madonnas pintadas por Miguel Ángel retrata a la Sagrada Familia. Pintada sobre madera, es una de las primeras obras pintadas por Miguel Ángel entre los años 1053 y 1054.

17. El Juicio Final

Por: Miguel Ángel. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Veinte años después de inaugurada la capilla Sixtina, Miguel Ángel vuelve al Vaticano a pintar la gran pared de fondo de la misma Capilla y reemplazar así una obra de Perugio.

Esta vez el tono de la obra no es alegre. Las figuras de las personas son más alargadas y la obra es en sí un tanto oscura.

No tiene el colorido de la bóveda y muestra una escena dura donde Jesús aparece en el centro, en lo alto y con fuerza levanta la mano para juzgar a los pecadores, que caen en racimos. A su lado está la Virgen en actitud de súplica, como intercesora.

Esta obra muestra un salvador enojado y da a entender que ni con su propio sacrificio logró Jesús redimir a la humanidad. Esta es una pintura admirada pero con reservas, con duras críticas teológicas y con implicaciones para la fe católica.

18. La Noche Buena

Por: Antonio Allegri, il Correggio. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si bien su trabajo artístico destaca por la acentuación de los contornos de las formas humanas, en este cuadro un nuevo elemento resalta y se presenta como el primer signo de la aparición del Barroco.

La luz que emana del Niño Divino es totalmente innovadora. Ya la luz no depende del entorno natural, sino que surge del cuerpo del Niño Jesús y desde allí ilumina todo alrededor.

19. La Noche Buena

Por: Carlo Maratta. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En este cuadro, el autor presenta el nacimiento del Niño Dios con la Virgen sosteniéndole en sus brazos, con ternura y sutileza. Lo que más destaca es que, a imitación de la obra de Correggio, toda la luz del cuadro surge también del niño.

Esta iluminación busca representar la luz y la divinidad del Hijo de Dios recién nacido.

20. La Venus Tendida, del Duque de Urbino

Por. Tiziano. Siglo. XVI

Tiziano surge en Venecia, pero luego de avanzar rápidamente en su formación con los grandes del momento como los Bellini, incorpora a sus obras la frescura, el colorido, el rejuvenecimiento del Renacimiento.

La Venus Tendida, pintada por encargo del Duque de Urbino, refleja la sensualidad y la inocencia a su vez del cuerpo femenino. Una dama que espera acostada sus vestimentas, las cuales buscan al fondo de la habitación sus sirvientes.

21. La Asunción de la Virgen

Por: Tiziano. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tiziano no necesita ser un converso católico para captar la esencia de la espiritualidad. El arte tiene esta virtud de compreder la nobleza del espíritu y de la religiosidad. Así, Tiziano retrata la Asunción de la Virgen María, un poco al estilo de “La Transfiguración”, de Rafael.

La Virgen sube sobre una nube al cielo, llevada por los ángeles. Ella arriba en el centro, mientras abajo los discípulos observan.

22. Flora

Por: Tiziano. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta obra, pintada entre 1515 y 1517, retrata a la diosa de las flores y de la primavera. Voluptuosa y a su vez dulce y maternal, Flora representa la fecundidad viva de la naturaleza y del matrimonio.

23. El Amor Sagrado y el Amor Profano

Por: Tiziano. Siglo XVI.

En ella se condensan todas las características del arte de Tiziano, la delicadeza de las formas, su sencillez y sensualidad.

Los colores, la claridad que baña el cuerpo de las damas. En la obra se observan dos mujeres, una vestida y la otra desnuda, en el medio de ellas, sobre un sarcófago, el amor que juega con el agua.

¿Alegoría de algún pasaje griego? ¿Representación de las diferencias entre el amor sacramental y el natural? Lo cierto es que Tiziano expresa magistralmente la diferencia entre uno y otro y, al mismo tiempo, da cuenta de que no existe ninguna.

24. Jesús entre los Doctores

Por: Paolo Caliari, El Verones. Siglo XVI

Hacia la segunda mitad del siglo XVI ya se hacía conocer un artista al que llamaban el Veronés.

Una de sus magníficas composiciones es la escena de Jesús entre los doctores del templo. Se ve al Mesías en el centro, totalmente decidido y explicando las Escrituras, alrededor los doctores y asistentes al templo.

Una de las características de la obra del Veronés es su forma de presentar a las figuras protagonistas rodeados de muchas personas que resaltan su función.

25. Las Bodas de Caná

Por: Paolo Caliari, El Veronés. Siglo XVI

En ella aparece Jesús junto a sus díscípulos celebrando la cena de Pascua, pero con el elemento añadido de tener muchos más invitados. En la obra se muestran príncipes y mujeres de la época del Veronés.

Incluso el Veronés y Tiziano se encuentran en la obra junto a un grupo de músicos. Esta composición muestra la tendencia de Caliari de incluir muchas personas en la escena.

26. La Cena de Jesús en la Casa de Leví

Por: Paolo Caliari, El Veronés. Siglo XVI

 

Una composición en la que la historia bíblica se halla libremente interpretada, pues no se apega por completo al texto, incluso, la figura de la Magdalena ha sido sustituida por la de un perro.

Esta obra le costó a Caliari un juicio ante la Inquisición, de la cual salió librado bajo gran indulgencia de la corte eclesiástica.

27. La Asunción de la Virgen

Por: Giuseppe Robusti, el Tintoretto. Siglo XVI

En la segunda mitad del siglo XVI surge la obra del Tintoretto, admirador de Miguel Ángel por el dibujo y de Tiziano por el color.

Sus obras no tuvieron en su momento el impacto que causan hoy. Su destreza para destacar la luz y presentarla en espacios dónde la naturaleza no tenía cabida es maravillosa.

Unas de sus principales obras es La Asunción de La Virgen, donde María destaca no entre nubes, sino elevándose hacia el cielo entre los discípulos.

28. Las Bodas de Caná

Por: Giuseppe Robusti, el Tintoretto. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

El Tintoretto recreó también las Bodas de Caná. Esta representación, muy diferente a la del Varonés, aunque incorpora muchas personas, es más adaptada al Evangelio. Muestra a Jesús en la mesa del banquete junto a su madre y los invitados.

29. Figura de Adán

Por: Alberto Durero. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Del año 1507 data esta obra, retrato de Adán en el Edén. Muestra del Renacimiento que afloraba en Alemania a principios del siglo XVI y antes de la Reforma.

Durero no solo pintaba, sino que hacía grabados en cobre. Era también admirado por Rafael y Miguel Ángel.

30. Figura de Eva

Por: Alberto Durero. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

Así como la de Adán, Durero retrata la figura de Eva en el Edén, siendo ya tentada por la serpiente. Destaca en ambas obras la luz con la que resplandecen los cuerpos, la naturalidad del dibujo que parece captarles en movimiento.

31. El Altar de Todos los Santos

Por: Alberto Durero. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Del año 1511 surge esta pintura de Durero. Destaca en ella la visión católica del Reino de los Cielos, con Cristo crucificado en brazos de Dios Padre, y sobre ellos (en forma de paloma) el Espíritu Santo. Esta es una muestra bastante clara de la Santísima Trinidad.

Alrededor en el cielo y subiendo hacia él, los ángeles y santos y el pueblo peregrino de la Iglesia que sube al encuentro del Señor.

32. Retablo de la Catedral de Valencia

Por: Fernando Yáñez de la Almedina y Fernando o Hernando de los Llanos. Siglo XVI

Es una de las obras más destacadas del período renacentista en España. Sus autores tienen  influencia de los pintores cutrocentistas italianos. El retablo tiene en cada puerta oleos con diferentes etapas de la vida de Jesús y de la Virgen, como la adoración de los pastores, de los Magos y la resurrección.

33. Santa Catalina

Por: Fernando Yáñez de la Almedina. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pintada entre 1505 y 1510 y aún bajo marcada influencia de Da Vinci, la obra de Yáñez muestra también elementos caraterísticos del Renacimiento español, como los estilos arabescos de los ropajes, la arquitectura, entre otros.

34. La Última Cena

Por: Vicente Juan Macip conocido como Juan de Juanes. Siglo XVI

Artista hijo de Vicente Macip, también pintor renacentista. Juan de Juanes se hizo famoso por obras como esta de la última cena, donde destaca de modo especial a Jesús con la Eucaristía en su mano, señal de su inmolación como el cordero.

La obra de Macip tiene influencia de Rafael y Leonardo.

35. Virgen con Niño

Por: Luis de Morales. Siglo XVI

De 1570 data esta obra, de manos de uno de los exponentes más representativos de Renacimiento español:Luis de Morales . Está cargada de elementos religiosos producto de la marcada influencia del catolicismo en España y de la contrarreforma.

36. Retrato de la Infanta Isabel Clara Eugenia

Por: Alonso Sánchez Coello. Siglo XVI

Sánchez Coello fue uno de los pintores del Renacimiento que tuvo mayor fama como retratista. Su obra conserva rasgos de los detalles de la pintura flamenca, pero a su vez muestran marcada influencia de Tiziano.

37. Degollación de Santiago

Por: Juan Fernández de Navarrete, apodado el mudo. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Su trabajo destaca por el juego de la luz con la que va experimentando diversas tonalidades y se haya cargado también de elementos religiosos. Es escogido para pintar grandes obras para la Basílica de San Lorenzo.

38. El Expolio de Cristo

Por: El Greco. Siglo XVI

Hacía finales del siglo XVI llega a España el Greco, oriundo de Creta, luego de tener una vida de formación en su país de origen, de estar en Italia y de haber conocido la obra de los grandes del Renacimiento.

En España realiza esta segunda versión del Expolio de Cristo, entre 1577 y 1579 para la Catedral de Toledo.

39. La Trinidad

Por: El Greco. Siglo XVI

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Uno de los lienzos creados por el Greco para el monasterio de Santo Domingo de Silos en Toledo. Una de las obras más representativas de su madurez artística, donde sus trabajos tienen colores vivos y están llenos de fervor religioso.

40. El Entierro del Conde de Orgaz

Por: El Greco. Siglo XVI.

 

 

 

 

 

 

 

 

Pintura maestra del artista Cretense del año 1588. En ella los planos celestiales y terrenos se encuentran intercomunicados.

Esta obra rememora el milagro que ocurriera en 1323 durante el entierro del conde de Orgaz, cuando San Agustín y San Esteban bajan del cielo y lo entierran con sus manos.

El Renacimiento tuvo su gran apogeo en Italia en el Siglo XVI y se extendió por toda Europa. Tuvo sus inicios en Florencia en el siglo XV y ha sido uno de los movimientos culturales con mayor influencia a nivel religioso, político y económico.

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